Heineken siempre ha llevado a cabo grandes acciones de marketing en torno al fútbol, sí, pero tengo que reconocer que últimamente ya estaba casi dejando de verlas. El primero que ves, brutal. El cuarto, bien. El séptimo, te lo sabes. El mismo esquema de siempre se hacía repetitivo y eso me acabó por aburrir: Partido de fútbol importante, chicos fanáticos, una fiesta/cena y una sorpresa para ver el partido y un brindis verde al final. ¿Os suena, verdad? Es un cliché: ‘Frase, expresión, acción o idea que ha sido usada en exceso, hasta el punto en que pierde la fuerza o novedad pretendida‘. El cliché de Heineken.
Empezó a pasar como en la saga de películas de Saw; Sabías que morirían pero te quedabas a ver cómo. En fin. Le doy al Play.
“Sao Paulo, una semana antes de la final de la Champions. Una pareja cenando en una fiesta de Heineken, un novio que quiere ver el partido y un plan ‘de escape’ para poder ver el fútbol con sus amigos; invitarlas a un spa…” Buf, otra vez igual. ¡Y encima la campaña se llama ‘El Cliché’! Pensaba mientras lo veía.
Sin embargo, esta vez ha sido distinto. Esta vez ha vuelto a sacar en mí esa sensación de: Por fin un cambio de dirección. Por fin un vuelco.
¡Bien hecho, Heineken!
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