Begoña Castiella el 08 feb, 2010 Mas de diez mil personas acuden todos los días (menos el lunes, que está cerrado) a visitar el nuevo Museo de la Acrópolis, situado al pié de la colina en la que se encuentra el conjunto arquitectónico que preside Atenas desde hace mas de seis mil años. Pero a amigas y turistas conocidas, los atenienses dan siempre el mismo consejo: cuidado con tu ropa interior, lleva pantalones o algo que te tape bien el trasero, olvídate del tanga, sobre todo cuando hace calor . ¿Y la razón ? El suelo del increíble museo, diseñado por el suizo Bernard Tschumi y su socio griego Mijalis Fotiadis. esta foto es de antes de la inauguración del museo, para ver la planta superior con cristal reforzado. tras la inauguración esta zona está así Este modernísimo museo de 21.000 metros cuadrados ( 14.000 m2 de espacios para exponer) tiene suelos de mármol y de hormigón pulido,pero también algunas partes de de un cristal reforzado especial , que deja pasar la luz para aumentar la luminosidad natural del edificio y para dejar ver las excavaciones de la ciudad . Por ello si te colocas en varios sitios estratégicos de la planta baja puedes ver los piés y los cuerpos desde abajo de la gente que está en el piso superior, el de los frisos del Partenón. De hecho es imposible – salvo con zoom, supongo , y después de estar mucho tiempo mirando y buscando – verle nada a las señoras visitantes. Pero avisadas están … Entretanto el museo está lleno a diario, la entrada cuesta desde el 1 de enero 5 euros ( a partir de la inauguración el verano pasado hasta el 31 de diciembre, 1 euro sólo ) y la cafetería está a rebosar. Se puede tomar sólo café ( griego a 1,50 euros y cappuccino a 2,20) o un almuerzo de ensaladas ( desde 3 euros) y sandwiches de lujo ( desde 2,80) o platos deliciosos , con una vista espectacular. Y sólo dejan fumar fuera, claro , en la terraza o en el jardín (de 7.000 m2). La prohibición de fumar en lugares públicos se respeta a rajatabla en el museo, pero se ha relajado un poco en muchos otros sitios, debido a la complejidad de la aplicación de la ley y a lo muy fumadores que son aquí . La terraza que permiten ver la Acrópolis a sólo 300 metros y la Embajada de España -en su coqueto edificio neoclásico restaurado de la esquina- vale la pena : los niños que juegan y resbalan sobre el mármol pulido suelen exclamar “mira, es como si volara” . Y dentro del museo, aparte de los tesores artísticos, hay una sala de proyecciones en la que se vé una película extraordinaria de Costas Gavras que creó mucha polémica ( ver – la polémica se basa en la parte sobre en el año 438 d.C. cuando “cristianos destruyeron las esculturas desnudas” y muchos vieron en los hombres de negro de los dibujos animados destruyendo esculturas a monjes y personas de la Iglesia) , varias tiendas de regalos , un anfiteatro y la excavación arqueológica que se descubrió al cavar para los cimientos.La excavación se podrá visitar este año y es denominada “la ciudad bajo la ciudad” ya que hay restos de casas , baños, talleres, tumbas… Para mas información sobre el museo , acudan a www.theacropolismuseum.gr. y para terminar, no se pierdan el bonito corto preparado por Athina Tsangari, colabora de Dimitri Papaioanu ( el genio que diseñó la ceremonia de apertura de los JJOO de Atenas ). Athina “decoró” el museo las primeras noches mágicas después de la inauguración .Lamentablemente y por falta de presupuesto no se ha podido seguir mostrándolo a los visitantes a la caída del sol. Internacional Tags acropolisculturamuseotanga Comentarios Begoña Castiella el 08 feb, 2010