Oti Marchante el 15 sep, 2013 Uno de los aspectos más curiosos de nuestra profesión o entretenimiento de ver pelÃculas y decir lo que opinamos de ellas es la facilidad con la que nos “confundimos”, y no me refiero (o no especialmente) a meter la pata, sino a que nos confundimos con la pelÃcula de tal modo que, en vez de hablar de ella, hablamos de nosotros; o sea, que una pelÃcula “mola” porque tiene, un suponer, un ambiente siniestro y desconcertante, con lo que no descubrimos en realidad ninguna cualidad de la pelÃcula, sino un aspecto de ella que le resulta atractivo a nuestra personalidad. Y de hecho, al menos entre los habitantes del blog, y sin conocernos, vamos sabiendo por dónde respira uno y otro más que saber de las pelÃculas que tratamos. ¿Es o no un aspecto curioso del cine, ése de que descubre y revela al que lo mira? Dicho lo cual, siempre es grato ver que hay intercambio de “sà mismos” alrededor de los tÃtulos menos intercambiables. No ha surgido aún ese intercambio con la pelÃcula recién estrenada de “La gran familia española”, que yo creo que abre una gran vÃa para hablar de sà mismo. Y sé que al proponerlo aquÃ, prácticamente lo condeno al silencio: dado el habitual espÃritu del blog al “otro asunto”, por lo general también muy interesante. Yo, por seguir una cierta tradición, incluiré las crÃticas de algunas pelÃculas recién estrenadas: “La gran familia española” “Asalto al poder” “El espÃritu del 45” “Arraianos” Otros temas Comentarios Oti Marchante el 15 sep, 2013