Prometer es fácil pero incumplir, también

Creo que he cometido un error: he puesto un texto que es el que quería que fuese en la presentación de ‘una de piratas’, pero me ha salido a la derecha de la pantalla una vez que ya se ha colado uno dentro del blog… Y esto me ha devuelto a la realidad (no a la realidad virtual, sino a la realidad, realidad: soy un pulpo y esto es un garaje)…

Ya avisé también ayer de que probablemente hoy no cumpliría mi promesa de encontrar personajes interesantes por el fondo de las películas; cumpliré en cambio la promesa de antesdeayer y diré algo de la ministra de Cultura: habló treinta y cinco minutos seguidos sin dejar de mirar el manojo de folios, mientras la gente, perpleja (pues era una mesa redonda y el moderador había advertido de la conveniencia de hablar cada uno cinco minutos, o así, para dejar un tiempo a la tertulia y el debate), flipaba ante la incontinencia  verborreica de Carmen Calvo… Se comió ella sola el debate y no dijo más que sinsorgueces… Y modestamente pido que si alguien le ha oído alguna vez a Carmen Calvo decir algo interesante le agradecería que nos lo dejase aquí escrito. Lo celebraremos con champán… Hay barman típicos de saloon de película de  western (los personajes lacónicos por excelencia) que han dicho más cosa con su única frase que la ministra de Cultura en su dilatada, con perdón, vida políticocultutal…

He visto una película eslovena (o sea, cruzando Italia, a mano derecha), y he oído en ella una frase que suelto aquí por si alguien quiere correr detrás de ella: ‘Todos quieren ir al cielo, pero nadie se quiere morir antes’. Ea.