La selección española ha ganado con holgura su primer partido de este campeonato mundial. Esto, lógicamente, nos llevará futbolísticamente a un estado de euforia incontenible y a un optimismo que podría ser peligroso. Bueno, hasta aquí la intromisión en el terreno de José Manuel Cuéllar. El asunto que propongo para tratar no es el triunfo de la Selección Española, ni sus posibilidades en el campeonato. Propongo hablar de la euforia, del optimismo, pero en el cine. Hay películas que te inoculan felicidad, que rezuman buen rollo a los dos lados de la pantalla; las hay a porrillo. Pero yo quiero escribir aquí la primera de todas, la película más optimista de la historia, la más alegre y que te transmite felicidad. Se llama: Cantando bajo la lluvia. Si tenéis valor, contradecidme.