Oti Marchante el 19 dic, 2015 No engaño a nadie si digo que prefiero ir a ver la última de “La Guerra de las Galaxias” que una sesión de dentista, pero no por placer o dolor, sino sencillamente porque es más barato. No me han interesado nunca mucho estas historias de altos vuelos sobre hijos, padres, maestros y ambiciones que no entiendo. Y esa falta de interés me ha llevado, por lógica, a no enterarme de casi nada: ahora mismo no se quién es el padre de quién, ni quién vivió antes, si el tío o el sobrino… En fin, resumiendo, que no la he visto y que disimularé la próxima semana, cuando cojan las vacaciones mis hijos, para llevarlos con el entusiasmo natural (antinatural, en mi caso). He leído lo que se ha escrito de ella y he llegado a la conclusión de que incluso me compensaría pagar un poco más, no mucho, e irme al dentista, aunque no lo necesite. Pongo un enlace con la crítica que firmó JMCuéllar en ABC: El despertar de la fuerza Y ando un poco descolocado este fin de semana, pues tampoco he visto la que parece la gran película de estreno: 45 años De las que sí puedo dar fe son: Sufragistas Un día vi 10.000 elefantes Lluc Skywalker Aunque mucho me temo que todos estos títulos que no andan en guerra por las galaxias van a tener el mismo público que mi dentista. Otros temas Comentarios Oti Marchante el 19 dic, 2015