Harriet, veraniega
Puede que llevado por la desidia o por los malos consejos de internautas y pitufillos, alguien se haya privado de comprar y luego ver esa ganga que hace un par de semanas ofrecÃa el ABC por un ofensivo euro. Dos pelÃculas de Bergman. Me salto ‘Noche de circo’ (por saltar, más que nada) y caigo sobre ‘Sueños’, pelÃcula primeriza aunque no tanto, pues ya habÃa hecho ‘Juegos de Verano’ y, sobre todo, ‘Un verano con Mónica’, siendo Mónica, precisamente la misma protagonista de ‘Sueños’, una Harriet Anderson de toma pan y moja (mojar, lo que se dice mojar, sólo mojaba Bergman).
Bien, al caso. No intentaré convencer a nadie de lo maravillosa que es ‘Sueños’, de lo mucho que dice sobre Bergman y su idea de…, en fin, todo… Mi interés al traerla aquà es señalar un asunto: lo difÃcil que es encontrar una sola reseña en Internet que, cuando hable de esta pelÃcula, sepa de lo que habla. Todo lo que he alcanzado a leer lleva el sospechoso sello de equivocarse en la sinopsis, o sea, en decir que pasa una cosa que en realidad no pasa: una editora de revistas de moda y una modelo viajarán a Goteborg para…, bla, bla, bla… allà Suzanne, la editora, conocerá a un maduro cónsul y bla, bla, bla… En fin, contado asÃ, uno ya se da cuenta de que el contable no ha estado nunca frente a ‘Sueños’, y no estoy hablando de mugrillas de la red, sino de páginas con supuesto pedigrà como la filmaffinity esa y tal y tal…
Y tras esto, una reflexión o una pregunta: ¿en qué manos estamos y en qué manos nos vamos a quedar de aquà a nada…, en cuanto se mueran los cuatro tipos chalaos que saben de esto?… y ‘esto’ no es sólo el cine, sino todo. No espero, como es natural, ni una sola respuesta.