Pablo M. Díez el 27 dic, 2009 Santa Claus cargando sacos a sus espaldas y con escalerillas para trepar por los balcones, abetos de plástico con sus correspondientes bolitas brillantes para decorarlos, guirnaldas, gorros y trajes de Papá Noel, felicitaciones en todos los idiomas y, por supuesto, toneladas de juguetes Todo, prácticamente todo lo que usted haya comprado para celebrar estos días la Navidad, tendrá el inevitable sello “Made in China” en su reverso. Dichos artículos se manufacturan en las cadenas de montaje de la “fábrica del mundo”, en la sureña provincia industrial de Guangdong (Cantón) y fronteriza con Hong Kong. Y, por precios irrisorios, todos ellos se pueden comprar al por mayor en la ciudad de Yiwu, que se ubica al sur de Shangai en la provincia costera de Zhejiang y se ha convertido en el “todo a 100” global. Mientras las fábricas cantonesas producen artículos de valor medio-alto, las tiendas y factorías de Yiwu se han especializado en pequeños regalos. Repartidas por esta ciudad de dos millones de habitantes, hay una veintena de gigantescas superficies comerciales donde se venden al por mayor todo tipo de artículos, desde zapatos hasta pantallas de plasma pasando por perchas, mecheros, cuadernos, joyas y calcetines. Entre ellos destacan los adornos navideños, que se encuentran en la Ciudad del Comercio Internacional, popularmente conocida como mercado de Futian. Dicho recinto cuenta con unas 50.000 tiendas distribuidas por cuatro edificios de varias plantas comunicadas entre sí, entre las que figuran 400 establecimientos de objetos navideños. Luo Jingjing, de la firma Zhizun Christmas Supplier, regenta uno de estos locales, totalmente invadido por figuritas de Papá Noel colgando de sus escaleras en el techo, amontonadas en las estanterías y dando la bienvenida junto a la entrada. Los muñecos abarcan desde el ya clásico Santa Claus que se acciona con la voz y trepa arriba y abajo su escala hasta el que luce un saxofón, un micrófono, una guitarra, un balón de fútbol o se ha metamorfoseado en un típico abeto navideño. “El escalador, que mide 50 centímetros, cuesta 29 yuanes (3 euros), mientras que los otros, de 30 centimetros, valen 20 yuanes (2 euros)”, explica Luo Jingjing, cuyo suegro posee en la cercana ciudad de Ningbo una fábrica de objetos navideños con 300 trabajadores. La firma centra sus ventas en las exportaciones a otros países, como Estados Unidos, España, Rusia y Brasil, cuyas ventas han bajado por la crisis. “En 2008 facturamos seis millones de yuanes (600.000 euros), pero esta temporada sólo llegaremos a los cinco millones de yuanes (500.000 euros)”, se queja Luo Jingjing junto a un muñeco de Papá Noel a tamaño natural que no para de agitarse mecánicamente mientras canta una versión rockera de “I wish you a Merry Christmas”. Una figura que, por 450 yuanes (45 euros), compra Miao Xiaoping para decorar su cafetería durante estas fechas. “La Navidad es cada vez más popular, sobre todo entre los jóvenes”, indica esta sonriente mujer, que personifica la extraordinaria capacidad de adaptación de los chinos para hacer negocios. Buena prueba de ello es también la tienda de abetos de plástico de Lu Hongmei, quien señala que “mi compañía, Xindan, es pequeña porque sólo tiene 50 trabajadores, pero cada año producimos unos 20.000 árboles artificiales”. De ello, el 70% se exportan a EE.UU., Rusia, España e Italia, pero este año las ventas han caído a los cuatro millones de yuanes (400.000 yuanes), un millón de yuanes menos (100.000 euros) que en la anterior campaña. Las 400 tiendas y fábricas de objetos navideños de Yiwu generan cada año una producción de 2.500 millones de yuanes (250 millones de euros), la mayoría para la exportación. Pero la crisis en Occidente ha mermado las ventas, que cayeron un 16,3% hasta agosto en la provincia manufacturera de Guangdong. Las exportaciones a EE.UU. y la Unión Europea se desplomaron un 25,3 y un 14,9%, respectivamente. Con pedidos mínimos de 50 unidades, los precios de Lu Hongmei oscilan entre los 300 yuanes (30 euros) de los abetos de 2,4 metros hasta los 40 yuanes (4 euros) de los que miden 60 centímetros. Los pedidos, que se efectúan en verano, se envían por barco en contenedores de 40 pies que cuestan unos 2.100 euros o 1.050 euros para los de 20 pies. Además, el mercado de Futian ofrece la posibilidad de compartir dichos contenedores a los compradores que no encarguen pedidos demasiado grandes. Es el caso de algunos clientes de Hua Fengcui, quien les suministra pequeños artículos como los típicos gorros navideños, calcetines de color rojo y blanco para los regalos y trajes de Papá Noel. “Muchos de mis clientes son chinos que tienen tiendas en España”, desgrana la mujer, que cobra entre 4,5 maos y 7,5 yuanes (entre 0,04 y 0,75 euros) por los gorros; entre 8 maos y 3 yuanes (entre 0,08 euros y 0,30 euros por los calcetines) y entre 8,5 y 40 yuanes (entre 0,08 y 4 euros) por los trajes, algunos incluso con minifalda. Junto a su tienda, Fu Chenglin apura su cuenco de “noodles” (fideos) rodeado por carteles con el mofletudo rostro de Santa Claus y guirnaldas navideñas. “Este año he tenido que bajar los precios por la crisis, ya que hemos pasado de los 10 millones de yuanes (1 millón de euros) a los siete millones de yuanes (700.000 euros)”, relata el empresario, quien dirige una fábrica con 30 trabajadores, cuyos sueldos ascienden a 1.000 yuanes (100 euros) por jornadas de nueve horas. Debido a la abundante y barata mano de obra china, Fu Chenglin cobra sólo entre 2 y 10 yuanes (entre 0,20 y 1 euro) por los carteles, banderillas y adornos que conmemoran la Navidad. Para que la celebremos en Occidente, de la fábrica global viene la Navidad “made in China”. Otros temas Tags adornosbazarcantoncentro comercialchinafabricasfutiangaleriasguangdongjuguetesmercadonavidadofertaspapa noelregalossanta claustiendastodo a 100yiwuzhejiang Comentarios Pablo M. Díez el 27 dic, 2009
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