Pablo M. Díez el 24 nov, 2010 En el parque de Imjingak, en la frontera entre las dos Coreas, banderas y cintas con mensajes recuerdan el drama de los millones de familias que permanecen separadas desde el final de la guerra en 1953. Se amontonan en una valla situada junto a las alambradas que protegen la “Zona Desmilitarizada”, la “tierra de nadie” de cuatro kilómetros de ancho que hace de colchón entre ambas naciones. Con un puente que termina en vía muerta de por medio, la “Zona Desmilitarizada” separa a las dos Coreas Tras la verja, hay una vía de tren que se dirige a la estación de Dorasan, construida en plena “Zona Desmilitarizada” gracias al “deshielo” de las relaciones entre las dos Coreas en el año 2000 debido a la reunión de sus dos presidentes. Aunque, en principio, esta línea ferroviaria iba a seguir hasta Pyongyang y a enlazar luego con el Transiberiano para llegar a Europa, en la actualidad acaba a pocos metros de la estación ubicada en el lado norcoreano. Toda una metáfora de las relaciones entre ambos países, que se encuentran en una vía muerta de difícil salida a pesar de que, en mayo de 2007, dos trenes cruzaron la frontera por primera vez desde 1953. En 2008, el régimen de Pyongyang prohibió los trenes de mercancías que llegaban hasta la primera ciudad norcoreana de la frontera, Kaesong, donde se levanta un polígono industrial regentado por la multinacional surcoreana Hyundai. Allí, unas 200 pequeñas y medianas empresas del Sur mantienen contratados a varios miles de de trabajadores norcoreanos. Aunque con muchas dificultades y amenazas de cierre por parte de Pyongyang, es el único ejemplo de colaboración que pervive entre ambos países. Otros temas Tags 38ataquecoreadesmilitarizadadorasanhyundaiimjingakindustrialislakaesongkim il sungkim jong ilmuertanorteparaleloparquepoligonopyongyangseulsurtrenviazona Comentarios Pablo M. Díez el 24 nov, 2010
Entrevista íntegra a la Nobel de la Paz María Ressa: “Las elecciones de Filipinas son un ejemplo de la desinformación en las redes sociales”