Pablo M. Díez el 07 dic, 2011 Tras dos naciones musulmanas como Indonesia y Pakistán, la India es el tercer país del mundo con mayor número de población islámica: 160 de sus 1.200 millones de habitantes. Al igual que ocurre en Irak, Irán y Afganistán, los chiíes de la India conmemoran estos días la tradicional festividad de la Ashura en honor del imán Hussein, el nieto del profeta Mahoma que fue martirizado junto a 72 de sus seguidores en Kerbala en el año 680. Su muerte provocó la división con la rama mayoritaria del islam, los sunitas, y un odio que suele provocar salvajes atentados cada vez que tiene lugar en Irak y Afganistán el décimo día del mes de Muharram, el primero del calendario lunar islámico. En ciudades indias con abundante población musulmana, como Hyderabad, la celebración es más pacífica, pero igualmente sangrienta. Como en Irak o Pakistán, decenas de peregrinos se golpean el pecho y flagelan la espalda hasta sangrar para recordar el tormento del imán Hussein. Jóvenes musulmanes se flagelan hasta sangrar bajo el Charminar de Hyderabad Entonando cánticos en su memoria al son que marcan los tambores, los chiíes desfilan en procesión alrededor del Charminar, las cuatro torres levantadas en el siglo XVI junto a la mezquita, una de las mayores del mundo. Haciendo una auténtica ostentación del dolor, hombres con el torso desnudo se golpean una y otra vez con los puños cerrados mientras las rojas gotas salen despedidas de su cuerpo y la sangre se derrama sobre su vientre. A su lado, unos jóvenes vierten agua a presión para limpiarles las heridas con el fin de que no se infecten bajo el calor sofocante que sacude a la capital de Andhra Pradesh, al este del país. Con o sin atentados terroristas, los musulmanes chiíes siguen llorando sangre durante la Ashura. Otros temas Tags AfganistánashuraatentadocelebracioncharminarchiíflagelaciongolpeshusseinhyderabadIndiaIndonesiairakiranislammahomamartiriomezquitamusulmanpakistanpechopuñossangresuníterrorismo Comentarios Pablo M. Díez el 07 dic, 2011
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