España ha sido relegada al papel de «observador» en el proyecto del futuro avión de combate europeo, que lideran Francia y Alemania y que es conocido por las iniciales FCAS («Futuro Sistema Aéreo de Combate»).
Tras dos cartas enviadas en dos ocasiones por la anterior ministra de Defensa, MarÃa Dolores de Cospedal, a sus homólogas francesa y alemana, Florénce Parly y Ursula von der Leyen, ahora la respuesta franco-alemana (tras varias evasivas) es la de ofrecer un papel de mero «observador» a España. Es decir, que nuestro paÃs no podrá participar en la fase inicial de diseño y requerimientos.
Hay que recordar que el pasado 19 de junio Francia y Alemania firmaron una carta de intención para el desarrollo de un futuro avión de combate. Anteriormente, la empresa francesa Dassault Aviation y Airbus Defence & Space (en la que España tiene una participación del 4,18% a través de la SEPI) concluyeron un acuerdo industrial para aclarar sus respectivos roles en este programa, de origen francés.
Está previsto que este nuevo avión o sistema de caza del futuro reemplace en 2040 los aviones de combate Rafale franceses y Eurofighter Typhoon alemanes. ¿Y los españoles?
En concreto, el fabricante francés será el encargado de dirigir el trabajo en el nuevo caza, que será el corazón de un «sistema de sistema» que involucrará a diferentes tipos de aeronaves, satélites y otras plataformas como aviones no tripulados.
España ahora tiene un dilema al ser excluida de la fase inicial del proyecto: esperar a que se pueda definir su rol en el futuro o ir a la otra opción en el mercado, el F-35 de la compañÃa estadounidense Lockheed Martin. Además, la opción del F-35 es también la única posible para sustituir los Harrier de la Armada Española.
En diciembre, España anunció que querÃa participar en este proyecto de aviones de combate. Sin embargo, Francia y Alemania no están dispuestas a que España u otro paÃs europeo retrasen el diseño y concepción del proyecto.
Según una fuente del Ministerio de Defensa alemán, citada por Reuters, se ha propuesto a España el estado de «observador» sin darle la oportunidad de cambiar los «parámetros iniciales» de este programa:  «La razón no es para excluir a nadie, sino para garantizar un trabajo acelerado en este programa», dijo la fuente. «España y otros paÃses probablemente podrÃan participar en etapas posteriores del programa», agregó.
En la industria aeronáutica militar europea se tiene la sensación de que no se quiere repetir la experiencia del Eurofighter en la que cuatro paÃses participaron (Alemania, Reino Unido, España e Italia) y cada uno tenÃa incluso su propia lÃnea de ensamblaje.
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