Francia cerrará el próximo lunes un importante acuerdo para su industria militar. Tal y como anunció ayer el Palacio del Elíseo, Francia proveerá a Egipto 24 aviones de combate Rafale -del fabricante aeronáutico Dassault– y una fragata multimisión FREMM, así como misiles aire-aire por un importe total de 5.000 millones de euros.
Se trata, sin duda, de un aldabonazo de la industria de Defensa francesa tras años de incertidumbre por el futuro exportador del Rafale, que conseguirá así su primer contrato rubricado en el Egipto presidido por el general Abdel Fattah al Sisi.
«El avión de combate Rafale consiguió su primer contrato de exportación. He pedido al ministro (de Defensa) Jean-Yves Le Drian que firme en nombre de Francia», declaró el mandatario francés, François Hollande, en un comunicado difundido por la presidencia, en el que se precisó que el contrato se firmará el 16 de febrero en El Cairo.
Hasta ahora, este avión de caza no había encontrado comprador en el extranjero, pese a sus intervenciones en varios teatros de operaciones, como Afganistán, Libia, Malí e Irak. Está aún pendiente de rubricar un multimillonario acuerdo con la India, país interesado en la compra de 126 aparatos por 22.000 millones de dólares. Sin embargo, Rusia y sus cazas Sukhoi 30-MKI se hañ cruzado en su camino lo que podría desbaratar el preacuerdo que consiguió el anterior presidente galo, Nicolas Sarkozy.
Holanda, Corea del Sur, Singapur o Marruecos fueron otros escenarios donde el Rafale trató de posicionarse sin éxito en la última década. Estos países eligieron finalmente el caza F-16 estadounidense. El caza europeo Eurofighter -fabricado por Alemania, Reino Unido, Italia y España- es otro de los aviones de combate competidores en elos mercados internacionales.
El último desencanto exportador del Rafale se produjo en enero de 2013 cuando el Gobierno brasileño de Dilma Rousseff eligió finalmente el caza Gripen sueco, cuando prácticamente se daba por cantada la elección del Rafale, un contrato que suponía 4.500 millones de dólares.
El ministerio de Defensa informó que en septiembre Le Drian se reunió con el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, en El Cairo. En el encuentro se habló por primera vez de la compra de Rafale y de fragatas multimisión.
A la vuelta de su viaje, Le Drian conformó un equipo de negociación con los constructores implicados, Dassault Aviation, MBDA (fabricante de misiles) y DCNS (astillero militar), y con miembros de su equipo.
El Rafale de nueva generación será el avión de combate francés hasta 2040. «Este equipamiento permitirá a Egipto aumentar su seguridad y jugar su papel al servicio de la estabilidad regional», señaló Hollande en un comunicado recogido por la agencia AFP.
«El Estado se ha comprometido plenamente en esta negociación y por su implicación ha logrado que se concluya el contrato», precisó el mandatario francés. Sin duda, una operación exportadora que supondrá la consolidación de la industria militar francesa.
Lanzado en 1988, el programa de Rafale posibilitó el vuelo del primer prototipo en 1991. El primer aparato Rafale de serie destinado a la fuerza aérea francesa salió de las fábricas en 1998.
Este acuerdo es crucial para el constructor Dassault Aviation que asume el 60% del valor del contrato, la tecnológica Thales se encarga de la electrónica de la aeronave (22%) y el fabricante de motores Snecma (grupo Safran), que aporta el motor de nueva generación M-88 (18%).
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