Dos oficiales licenciados en Farmacia, un subteniente ingeniero industrial y tres soldados licenciados en BiologÃa (con doctorado), Ciencias Medioambientales y especializado en mantenimiento y logÃstica sanitaria.
Este es el grupo de «jóvenes aunque sobradamente preparados» militares de la UME que forman parte de una de las unidades más desconocidas y que más rápido se ha transformado durante la crisis del coronavirus: el Labir (Laboratorio de Identificación Rápida), encargado de analizar «restos» biológicos o quÃmicos en determinados catástrofes… y la pandemia del SARS-CoV-2 también les obligó a reaccionar.
«Cuando surgió la Operación Balmis, estudiamos cómo podÃamos adaptar nuestra unidad. Llevábamos años trabajando con las PCR, asà que incorporamos las caracterÃsticas del Covid-19 para impulsar el uso del Labir en esta crisis en las pruebas PCR que realizamos dentro de las Fuerzas Armadas», nos explica la jefa del Labir, la comandante MarÃa José RodrÃguez (37 años).
El 22 de marzo, tan solo ocho dÃas después de decretarse el estado de alarma, el Labir comenzó a hacer las primeras pruebas propias de PCR (acrónimo inglés de «polymerase chain reaction» o reacción en cadena de la polimerasa). Se trata de la técnica de biologÃa molecular más fiable para probar la existencia de virus o bacterias en un cuerpo humano. Es el test diagnóstico al que a todos los ciudadanos nos gustarÃa tener acceso para comprobar si, efectivamente, somos positivos en coronavirus.
El Labir son dos «contenedores» dentro de la base de Torrejón de Ardoz (Madrid), donde se encuentra el cuartel general de la Unidad Militar de Emergencias. Uno es el lugar de trabajo, el otro el que proporciona la energÃa necesaria. «Es aquà donde tomamos las muestras biológicas en una cabina de protección nivel 3 (alta protección) para luego extraer el material genético del virus. A partir de ahÃ, vamos a la Universidad de Alcalá de Henares, con la que trabajamos conjuntamente. Ya en la Universidad, hacemos una amplificación de ese ARN extraÃdo que lo transformamos a ADN. Esta es la técnica propiamente dicha y detectamos si las muestras que nos han entregado tiene amplificación de los genes especÃficos del Covid-19», explica de forma clara, para no iniciados, la comandante RodrÃguez.
La soldado Esther Sánchez, doctora en BiologÃa, y el teniente Guillermo Aran, farmacéutico, están en este momento realizando ese proceso en el «contenedor-laboratorio». En total, el Labir lleva realizadas unas 400 PCR.
La comandante RodrÃguez está de enhorabuena pues el trabajo de adaptación a la Operación Balmis ha dado sus frutos, al ser uno de los pilares de la detección del virus dentro de los efectivos de las Fuerzas Armadas, y con ellas la UME, «punta de lanza» de la estrategia del Ministerio de Defensa para amortiguar los efectos de la crisis.
El Instituto de Salud Carlos III (referencia en España para estos asuntos) ha validado su capacitación, junto a la de otros siete centros más, para que puedan realizar esos test de PCR para el diagnóstico de la enfermedad Covid-19. El reconocimiento, que llegó la semana pasada, llega después de haberles visto trabajar en las pruebas efectuadas. A dÃa de hoy, son ya 13 los centros que están colaborando para hacer más de 2.000 PCR al dÃa en España.
«Nosotros además tenemos una ventaja. En apenas cuatro horas podemos meter todo esto en un camión para ser desplegado en cualquier escenario o ser transportado por avión o barco», explica la comandante RodrÃguez. Una militar y farmacéutica en la retaguardia cientÃfica contra el coronavirus.
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