Francia, el socio militar creciente

Esteban Villarejo el 03 may, 2016

A apenas doce millas náuticas de la bahía de Cádiz (22 kilómetros) el segundo mayor buque de la Marine Nationale francesa realiza unas maniobras militares con el Ejército de Tierra y la Armada Española. Helicópteros de ataque Tigre y de transporte Chinook, Cougar, Super Puma y SH-3D Sea King españoles aterrizan y despegan en diversas tandas en la cubierta del Dixmude, el más moderno portahelicópteros francés de la clase Mistral, de 199 metros de eslora.

Entrenan y prueban las reacciones de los pilotos españoles y de la dotación francesa ante una posible misión conjunta. Nunca hay que descartarla, dada la inestabilidad de un área de interés común como es el Sahel y el propio Mediterráneo, donde la situación en Libia mantiene en vilo a los países sureños de la UE.

Un Chinook del Ejército de Tierra se aproxima al Dixmude / ANTONIO VÁZQUEZ

Esperando a Godot

Los cinco helicópteros españoles son capaces de aterrizar sin problemas (solo algún detalle que pulir respecto a las comunicaciones). En el plazo de cuatro minutos se posan en la cubierta del Dixmude cinco helicópteros españoles, de cuatro modelos diferentes.

Sirva este ejercicio militar realizado en fechas próximas a la efeméride del Dos de Mayo para subrayar cómo la relación militar hispano-francesa atraviesa por su momento de mayor entendimiento con «señales» que hacen prever que se pueda profundizar mucho más. Sobre todo, una vez que París pueda dirigirse a un Gobierno que no esté en funciones tras las próximas elecciones del 26-J.

«Esperemos que esta vez se pueda formar un Gobierno tras las nuevas elecciones, y podamos abordar asuntos de interés común en el plano de la seguridad y la cooperación militar», reconocía una fuente diplomática francesa, preocupada por la parálisis política en España. «Esperando a Godot. Así nos encontramos».

El BPC Dixmude en aguas próximas a Cádiz / ANTONIO VÁZQUEZ

No obstante, las relaciones de Defensa entre España y Francia están más que consolidadas con la cooperación existente en África. España mantiene actualmente dos misiones aéreas donde 101 militares y aviones del Ejército del Aire transportan tropas y material francés con destino a la región del Sahel y a la República Centroafricana. Son los destacamentos españoles en Dakar (Senegal) y Libreville (Gabón).

Además, España es el país de la UE que más tropas aporta a la misión en Malí (118) y está presente con 22 asesores militares en República Centroafricana. Estos dos países son clave para la estabilidad en el norte de África, que no solo se encuentra amenazada por la actividad yihadista, sino también por el contrabando de armas o los flujos de inmigración ilegal.

«¿Por qué no? España claro que podría jugar un papel mayor en las misiones del Sahel», reconocía a ABC una fuente militar francesa al preguntarle al respecto. «Nosotros estamos abiertos a ello».

Puente de mando del Dixmude / ANTONIO VÁZQUEZ

«Más ejercicios» bilaterales

Ejercicios como los que desarrollaron el BPC Dixmude y los helicópteros españoles son cada vez más frecuentes en los ejércitos europeos -a nivel bilateral o de OTAN-, sobre todo en tiempos en los que la crisis hizo mella en los presupuestos de Defensa y hay que aprovechar cualquier sinergia o singladura de un buque «amigo» para compatibilizar capacidades.

«Nuestro objetivo es adiestrar a nuestra dotación en los procedimientos de actuación con ejércitos presentes en la zona, como el británico, el español o el estadounidense», explica a ABC el comandante del Dixmude, el capitán de navío Eric Lavault. «Creo que en el futuro podremos ver más ejercicios comunes como este».

Maniobras del helicóptero Chinook de las FAMET / ANTONIO VÁZQUEZ

Tras las maniobras con los helicópteros españoles, el Dixmude recibió a un destacamento de marines de EE.UU. desplegados en Morón de la Frontera (Sevilla) y que asimismo aterrizaron con sus ultrarrápidas aeronaves V-22 Osprey.

Mediodía en la bahía de Cádiz. El Dixmude arriba al puerto, donde dos grandes cruceros se encuentran «descargando» turistas de ocasión. La imponente silueta gris de 16.500 toneladas del Dixmude es otra de las atracciones del fin de semana en Cádiz. Estamos en la ciudad donde, puertas adentro, se refugiaron las Cortes ante el asedio napoleónico, donde se proclamó la Constitución de «la Pepa». Autoridades militares y civiles comparten la jornada de confraternización en uno de los hangares del buque de asalto anfibio. La sensación es que más que nunca España y Francia tienen su defensa y su seguridad (también interior) más ligadas que nunca.