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Blogs Por Tierra, Mar y Aire por Esteban Villarejo

“Establecimos una magnífica relación con los marinos de la US Navy”

Entrevista con el capitán de fragata Antonio González del Tánago, comandante de la fragata Méndez Núñez

“Establecimos una magnífica relación con los marinos de la US Navy”
Esteban Villarejo el

La fragata Méndez Núñez (F-104) concluye hoy su misión de 232 días alrededor del mundo. En los primeros 35 días acompañó al portaaviones estadounidense Abraham Lincoln en el Mediterráneo, Canal de Suez y cerca del Estrecho de Ormuz.

Tras la tensión creciente entre EE.UU. e Irán, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ordenó la retirada el 14 de mayo. Desde ese momento la misión viró hacia una vuelta al mundo donde se desarrollaron acciones de diplomacia de defensa y apoyo a la industria nacional.

Antes de arribar hoy a Ferrol, su base de la Armada Española, el comandante de la Méndez Núñez (F-104), el capitán de fragata Antonio González del Tánago, nos ofrece algunas de sus impresiones tras haber cumplido de modo eficaz las cambiantes misiones encomendadas.

 

La fragata F-104 de la Armada Española, navegando por la costa de Filipinas / ARMADA ESPAÑOLA

 

– ¿Qué balance hace de estos siete meses de misión?

– Un balance muy positivo, tanto por haber cumplido con éxito los cometidos asignados, como por el rendimiento de la plataforma, que ha demostrado una vez más su versatilidad y fiabilidad. Y muy especialmente por el comportamiento y profesionalidad de las 250 personas, que a lo largo de estos siete meses y medio, han formado parte de la dotación del buque, una dotación que he tenido la inmensa suerte de tener bajo mi mando.

– ¿Qué importancia ha tenido para la experiencia de la dotación este periplo y a los sistemas del buque?.

– Un despliegue operativo supone la razón de ser de los buques de la Armada española y de sus dotaciones, ya que supone poner todas nuestras capacidades al servicio de los intereses de nuestra patria, tras el alistamiento y adiestramiento efectuado durante un año de intensa preparación previa. Desde el punto de vista de las operaciones, colaborar con diferentes Marinas y Fuerzas Aéreas, en zonas muy alejadas y con misiones diversas, nos permite realimentar nuestro proceso de preparación para mejorarlo día a día con las lecciones aprendidas. Desde el punto de vista de la navegación, nos permite como marinos familiarizarnos con aquellos océanos y mares menos frecuentados por nuestra Armada; y desde el punto de vista personal es una experiencia inigualable, tanto por las personas como por los lugares que hemos tenido la fortuna de conocer y visitar.

– Hubo un momento clave, cuando recibieron la orden de abandonar el grupo de combate del portaaviones Abraham Lincoln. ¿Hasta ese momento, un mes, qué lecciones extrae de la experiencia conjunta con la US Navy?

– Muy positivas, no sólo por ese mes, de abril a mayo, ya que previamente, en enero, estuvimos más de un mes adiestrándonos con el Grupo de Combate en aguas de la costa este de los Estados Unidos. Las fragatas de la Clase F-100 son escoltas multipropósito, especialmente capaces en guerra antiaérea. Esto quiere decir que nuestro cometido principal es proporcionar defensa de unidades valiosas (un portaaviones, un buque anfibio con infantes de Marina a bordo, un mercante con alimentos, etc.) de las posibles amenazas aéreas. Operar durante más de dos meses, primero en adiestramiento y luego de operaciones, con un Grupo de Combate estadounidense, nos proporciona una experiencia muy difícil de igualar de otra manera. No sólo se extraen experiencias relativas a operaciones, también respecto a logística, comunicaciones y un largo etcétera. Y uno de los aspectos más importantes es el personal, trabajar con los marinos de la US Navy, con los que establecimos una magnífica relación tanto en lo personal y como en lo profesional, nos permite incrementar nuestra interoperabilidad con un aliado clave para España.

 

El comandante de la Méndez Núñez saluda a un miembro de la Marina de la India / @INDIANNAVY

 

– ¿Tan caliente se estaba poniendo la situación en el Estrecho de Ormuz?

– La situación en la zona se deterioró considerablemente durante los meses de mayo y junio. Se produjo el derribo de una aeronave no tripulada estadounidense, así como incidentes con mercantes en el Estrecho de Ormuz y fondeadero de Fujairah.

– Luego la misión viró 180 grados, hacia acciones de diplomacia de defensa y apoyo a la industria nacional. ¿Cómo se apoya ese tipo de acciones con un buque como la Méndez Núñez?

– A partir de mediados de mayo continuamos llevando a cabo operaciones navales de manera independiente, con colaboraciones puntuales con otros países, como por ejemplo con la Marina francesa, y reforzamos la actividad de diplomacia de defensa y apoyo a la industria nacional, que es algo que hacemos rutinariamente. ¿Cómo lo hacemos? Como el resto de buques de la Armada. La Diplomacia de Defensa se ejerce con la mera presencia del buque en determinadas aguas o puertos, y se refuerza con invitaciones a bordo a personalidades de los países visitados, que son recibidas a bordo por nuestros embajadores; también efectuamos visitas de los comandantes, yo en este caso, a las autoridades locales. En este despliegue por ejemplo hemos recibido a bordo a ministros de Defensa y de Asuntos Exteriores de dos países, un primer ministro y un presidente de otro, etc. El poder ofrecerles una visita al buque, enseñarles nuestras capacidades, y que nuestro Embajador en ese país pueda intercambiar impresiones con dichas autoridades, todo ello contribuye a fortalecer nuestras relaciones con el resto de países.

El Apoyo a la Industria de Defensa se materializa ofreciendo visitas a bordo a representantes de otras marinas, así como a los responsables de los diferentes programas de adquisición de buques; también con las visitas de las autoridades anteriormente mencionadas, y con los embarques de marinos de otras naciones a bordo, como hicimos con representantes de la Armada chilena entre Isla de Pascua y Valparaíso. El poder mostrar las bondades de un buque, íntegramente diseñado y construido en España, nos permite poner en su justo valor las capacidades de nuestra industria naval y de defensa. Puedo decir, sin vanidad pero con orgullo, que disponemos de las mejores fragatas del mundo en su clase, y que son un producto nacional.

 

Visita de un destacamento de la fragata Méndez Núñez a la iglesia de Baler, donde tuvo lugar el asedio en 1898 / ARMADA ESPAÑOLA

 

– Han visitado puertos y lugares remotos como la Filipinas o Guam… en esos lugares hubo hace tiempo presencia española. ¿Qué impresiones se lleva?

– De Manila me llamaron mucho la atención dos cosas: el cariño de la población hacia lo español y el barrio de Intramuros, es como pasear por Cádiz, con el estilo español del siglo XIX. En Baler, donde fondeamos e hicimos un homenaje, a bordo y en tierra, a los soldados españoles y filipinos que combatieron durante el asedio de un año a la Iglesia donde se había hecho fuertes nuestros soldados en 1898-1899; me impresionó el respeto y el reconocimiento de su población hacia nuestros héroes. Guam, donde pese a ser menos conocido, también estuvimos hasta finales del siglo XIX, pudimos conocer la cultura Chamorra, heredera del mestizaje entre los habitantes polinésicos y los españoles, y que conforman la mayoría actual de la isla. Su pasado español está siendo rescatado y puesto en valor por dos españoles a los que tuvimos el honor de conocer, Carlos Madrid y David de Frutos, Doctores y Profesores en la Universidad de Guam y cuya labor es extraordinaria.

– Otra misión fue conmemorar el V Centenario de la primera circunnavegación de Magallanes-Elcano. ¿Sopesaron en algún momento navegar a través del Estrecho de Magallanes en vez del canal de Panamá?

– Personalmente me hubiese encantado, ya que es una experiencia que cualquier marino espera tener alguna vez en su carrera, pero en su lugar hemos podido pasar el Canal de Panamá, otra experiencia enormemente enriquecedora para nosotros. La Conmemoración del V Centenario de la gesta de la primera vuelta al mundo la hemos llevado a cabo en todos los puertos visitados, tanto durante las visitas a bordo de autoridades y del público en general como mediante conferencias. Fueron especialmente importantes las de Yakarta, Manila y Guam, ya que son los tres países en los que hemos coincidido, de alguna manera, con la derrota de los primeros circunnavegantes. Poder dar a conocer esta empresa española, toda una epopeya y un hito en la historia de la humanidad, ha sido para nosotros un honor y un privilegio.

 

– Siete meses fuera de casa: cuántos días de navegación han sido, qué echó más de menos, el momento más tenso, el que con más agrado recuerda, qué hará al poner pie en España…

– En total van a ser 232 días fuera de Ferrol, 189 de ellos en la mar. La verdad es que los he disfrutado todos y cada uno de ellos, gracias a una dotación que lo hace todo fácil. En este tiempo fuera de casa lo que se echa de menos es la familia, en especial a mi mujer y a mi hija, ya que mis dos hijos son marinos también, y aunque también los echo de menos, viven ya fuera de casa por lo que estamos más acostumbrados.
Momentos agradables recuerdo muchísimos, desde cosas tan cotidianas como almuerzos de diario a bordo con mi dotación, pasando por la Conferencia sobre el V Centenario en la Casa Azul de Manila, Sede del Instituto Cervantes, hasta las horas disfrutadas en la Isla de Pascua, un destino realmente al alcance de muy pocos. Como principal momentos de preocupación destacaría quizás una evacuación médica, felizmente solventada gracias a Dios. Y lo primero que haré al llegar a casa será abrazar a mi mujer y a dos de mis hijos, que espero estén para recibirme.

 

Un moái «espera» a la fragata Méndez Núñez /

 

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