La US Navy estrenó ayer el sistema de despegue y aterrizaje de aviones F-18 en su nuevo portaaviones, el buque de guerra más grande jamás construido, el USS Gerald R. Ford (CVN 78).
Concretamente, este portaaviones cuenta con un sistema de despegue electromagnético de los aviones, sustituyendo así a las catapultas de vapor de los diez portaaviones de la clase Nimitz, a los que irá sustituyendo esta nueva clase escalonadamente en un periodo previsto hasta 2058.
Estas catapultas de calor utilizan ahora unos 615 kg. de vapor en cada despegue, una energía proporcionada por los dos reactores nucleares del portaaviones. Ahora una tecnología parecida al cañón electromagnético será la encargada de generar esa energía necesaria para el despegue en tan corta distancia.
El nuevo sistema se denomina EMALS (Electromagnetic Aircraft Launch System) diseñado para proporcionar un 29% más de potencia que el sistema de catapulta generada por vapor. Este hecho permitirá también el lanzamiento de aviones no tripulados desde la cubierta del «Gerald R Ford».
Por cierto, el EMALS fue duramente criticado en una entrevista por el presidente estadounidense, Donald Trump, por su digitalización, fallos en el sistema y alto coste respecto al sistema de la clase Nimitz.
Estos portaaviones de la clase «Gerald R. Ford», con un coste unitario de unos 13.000 millones de dólares por ahora, tienen una eslora de 337 metros de longitud y una manga de 78 m., cuentan con 25 cubiertas y una dotación prevista de hasta 4.660 marinos. Los diez en activo de la clase Nimitz cuentan con una eslora de 317 metros y una manga de solo 40 m. y con una dotación de unos 3.200 marinos.
El sistema de aterrizaje del portaaviones «Gerald R. Ford» también es novedoso. Denominado Advanced Arresting Gear (AAG), basado en una desaceleración controlada de los aviones. Se precisa además menos personal para el aterrizaje.
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