Teresa de la Cierva el 21 jun, 2010 ¿Sabéis que le debemos a un tal Escribonius Largus que no nos lavemos los dientes con nuestro “pipi” matutino?Porque hasta que este médico romano, del siglo I de nuestra era, no inventó la pasta dentífrica (una mezcla de vinagre, miel, sal y cristal machacado), ese era el “ingrediente” blanqueador utilizado por nuestros antepasados, por las propiedades aclarantes del amoníaco que contiene!!! Y si no hubiese existido un tal Dr. West (en 1938 inventó el primer cepillo dental con púas de seda) todavía podríamos estar cepillándonos los dientes con crines de caballo o plumas rígidas de ave (¿os imagináis como debía oler el aliento de nuestros ancestros?) También es una suerte no haber nacido en la antigua China Imperial porque si a una mujer le dejaba su marido se tenía que teñir los dientes de ¡negro! en señal de renuncia a la belleza. ¡Yo antes me corto la melena (y es mi bien más preciado…)! Para mi los dientes son una obsesión. Es lo primero en que me fijo cuando conozco a una persona. Y no soy la única. Según una encuesta de la Academia Americana de Odontología Cosmética, el 88% de las personas entrevistadas dice que cuando recuerdan a alguien especialmente atractivo es porque no pueden olvidar su sonrisa (yo aun tengo grabada una del martes pasado…) Pero para que ese recuerdo sea positivo, esa sonrisa tiene que ser blanca, resplandeciente, luminosa. ¿Factores que la apagan? El estrés, el bruxismo (rechinar los dientes mientras duermes por motivos genéticos o tensión) y, aunque os sorprenda, el ejercicio físico -porque obliga a apretar las mandíbulas- oscurecen los dientes. La culpa la tiene la erosión que provocan estas situaciones, que agrieta el esmalte, y en esas fisuras se cuelan los pigmentos colorantes de sustancias oscuras como el vino, el té, el café, el tabaco… También las bebidas isotónicas, los refrescos, los zumos de frutas (sobre todo ácidas) o los purés de verduras son perjudiciales porque hacen una “exfoliación” en los dientes. Y si nos tomamos un café o nos fumamos un pitillo después de tomar alguno de ellos, los dientes se tintarán más rápidamente. Todo esto nos lleva al tema del post: acaba de lanzarse EL PRIMER DENTÍFRICO CON PERÓXIDO DE CARBAMIDA, el ingrediente que se utiliza para los blanqueamientos profesionales ¿Por qué no se había hecho hasta ahora? Como me contó la doctora Débora R.Vilaboa (una de las mejores especialistas en estética dental de España), “porque conseguir integrar en una fórmula este agente blanqueante con xilitol (previene el desgaste y las caries), flúor (que es fundamental para proteger al diente), calcio (remineraliza y repara daños) y potasio (combate la sensibilidad dental) era misión imposible”. El flúor y el calcio (fundamentales para que el elemento aclarante no perjudique al esmalte) no pueden “convivir” en el mismo “habitat” porque se “pelean” por ejercer su efecto, anulando el uno al otro. Curiosamente, el agua es la responsable de esta imposible convivencia. Y el gran avance es que se ha conseguido eliminarla de la fórmula, para hacer posible esta “relación”, y por tanto Yotuel all-in-one es el primer dentífrico del mercado sin el líquido elemento (ya veréis que tiene una textura algo más espesa). ¿Cómo actúa? Al cepillarnos con all-in-one, el peróxido de carbamida es el primer ingrediente que “trabaja”, liberando partículas de oxígeno (como el agua oxigenada) que van aclarando las tinciones; y los otros activos van detrás para cerrar las fisuras y bloquear la entrada de futuras coloraciones. Se puede usar todos los días y se vende en farmacias, parafarmacias y El Corte Inglés. Precio: 13,90 € www.yotuel.es Clínica Vilaboa: Hermosilla, 31. Tel: 91 576 54 29. www.clinicavilaboa.es Tratamientos Comentarios Teresa de la Cierva el 21 jun, 2010