Mandelstam inconfinable

Jesús García Calero el 29 mar, 2020

Si hay un lugar tenebroso asociado al encierro es la Lubianka. El cuartel general de los servicios secretos soviéticos en Moscú molió la vida de miles de inocentes, disidentes, convirtiéndolos en enemigos, desquiciados, locos bufones sin papel en la corte de Stalin. Allí se derrumbó Ósip Mandelstam, poeta, luego sentenciado a la muerte en el gulag por un “simple” poema. Dos libros recién aparecidos permiten recorrer lo mejor de su memoria y su obra.

Mandelstam vivió en San Petersburgo, una polis con alma de Atenas hiperbórea. Para cuajar el mito la ciudad mezclaba los mármoles del Palacio de Invierno con el ámbar gris de las playas heladas. Sus calles vieron con tristeza infinita el trágico destino de la generación más brillante de los poetas acmeístas (de la voz griega acmé, cumbre o perfección), capitaneados por Mandelstam y Ajmátova, quienes ahogaban sus penas en los canales y se susurraban en voz baja algunos poemas en pequeñas reuniones amigables, para espantar el miedo, junto a la orilla congelada del Neva, sin saber que el agua que fluía bajo el hielo se convertiría para ellos en la misma corriente del Leteo.

Las dos novedades que llegan a las librerías esta primavera confinada parecen imprescindibles para iluminar nuestro encierro. Nórdica libros publica «Mandelstam», en el que se reúne lo que su admirada Ajmátova escribió sobre él, además de sus cartas y algunos poemas, bellamente ilustrados y con traducción de Marta Sánchez-Nieves y Arturo Peral. Al mismo tiempo Alianza Editorial acaba de publicar una antología poética de Mandelstam en versión de Jesús García Gabaldón. Para completar el cuadro sólo faltaría recuperar «Contra toda esperanza», las memorias de la esposa de Mandelstam que publicó Acantilado no hace muchos años.

Debe ser difícil verter sus versos, que son pozos y constelaciones de significados y polisemias. La riqueza su obra prohibida y aplastada por el comunismo soviético merece una y otra vez nuestra lectura y pensamiento. Sobre todo en estos días de encierro en los que tantas voces resuenan.

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