Todo es rabiosamente bello en Thee Silver Mt. Zion. Su música, sin concesiones de cara a la galería; la austeridad en el escenario para unas canciones que, en muchas ocasiones, suenan épicas y grandiosas; la aparente escasa ambición en la promoción, hasta el punto de cambiar el nombre de la banda en cada disco, pues los temas ya se venden solos, y hasta la historia contada en un reciente documental sobre las dificultades asumidas por dos de sus componentes, Efrim Menuck y Jessica Moss, pareja en la vida real, al salir de gira continuamente con un hijo recién nacido.
Y es que la noche en la Joy Eslava de Madrid iba de buena música y de gente maja, auténtica, de esa que te crees encima de un escenario haga lo que haga, porque sabes que lo está haciendo con amor. Ya sea con dos violines, un bajo, una guitarra y un batería como en el caso de los canadienses, o con tan solo una guitarra acústica, como en el caso del telonero. Hablamos de Conrado Isasa, el ahora trovador que antaño ya nos removió las entrañas y el corazón con su anterior banda, A Room With a View, por desgracia desaparecida hace una década (¡ay!). Desde hace unos meses para acá, Isasa ha vuelto para llevarnos de viaje, esta vez al desierto y de la mano de gente como John Fahey, Jack Rose, Sir Richard Bishop o Geoff Farina. Un proyecto solitario e instrumental, tan austero como bonito, que va mucho más allá del folk tradicional y fácil. Lo que Isasa propone son pequeñas travesías sonaras que se disfrutan más si uno se detiene a contemplar el paisaje del camino (y es de agradecer que, en alguna ocasión, el camino pasé por salas con la Joy, por qué no).
Pero tras la calma llegó la tormenta: «Vivimos en una isla que se llama Montreal y hacemos mucho ruido porque nos queremos los unos a los otros», dice la voz angelical de un niño antes de que Thee Silver Mt. Orchestra desate toda su furia de electricidad y ruido con «Fuck Off Get Free (For the Island of Montreal)», el primer temazo de su último disco («Fuck Off Get Free We Pour Light on Everything»).
Así son los de Montreal. Siguen jugando con su música a disolver las fronteras entre rock épico y la experimentación, quizá como ninguna otra banda ha hecho (incluido su proyecto matriz, God Speed You! Black Emperor, al que pertenecen tres de sus miembros). Porque Silver Mt. Zion se mueve mucho mejor en los extremos, en los contrastes, y quizá sea eso lo que los hace mejores. Que son capaces de viajar de la composición más clásica al ruido más furioso; del caos de las guitarras a la fragilidad de unas voces y unos violines que parece que van a romperse… y llorar a las piedras.
Y en una versión u otra, la tensión siempre como motor creativo del grupo. Bendita tensión. «Austerity Blues», «The State Itself Did Not Agree», «Take Away These Early Grave Blues»… Menuck y compañía no parecían querer ponerle frenos al tren, siguiendo la senda de su intenso último trabajo. Con esos gritos al micrófono desde lejos que suelen poner los pelos de punta, como si tuviera que dejarse la garganta para que se escuchase alguna palabra entre tanta distorsión, pero con algún respiro de por medio que se hizo más evidente en «‘Piphany Rambler», en el bajo y la voz de «All The Kings Are Dead» y, en los minutos finales, con la impresionante y conmovedora «What We Loved Was Not Enough» o «Rains Thru the Roof at Thee Grande Ballroom (For Capital Steez)».
Ocho temas y ningún móvil grabando vídeos. Y eso, señores, ya dice mucho del grupo (para bien).
Set List
1. Fuck Off Get Free (For the Island of Montreal)
2. Austerity Blues
3. The State Itself Did Not Agree
4. Take Away These Early Grave Blues
5. ‘Piphany Rambler
6. All The Kings Are Dead
7. What We Loved Was Not Enough
Bis:
8. Rains Thru the Roof at Thee Grande Ballroom (For Capital Steez)
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