«El Bernabéu está más vacío que nunca». Se trata de una exageración. Es cierto que hace tiempo que no revienta Chamartín repetidamente, sobre todo en Liga. Contra el Getafe solo asistieron 48.346 espectadores, la entrada más pobre en años. Y contra el Leganés, 59.255. Partidos con poco público ha habido muchos a lo largo de la historia. En los años Setenta se televisaba, en directo y en abierto, un único partido en cada jornada, los domingos, a las ocho de la noche. En mi casa, era una buena excusa para decirnos a los niños «hoy lo vemos por la tele», para mi disgusto superlativo. Pero lo que era sorprendente era la cantidad de aficionados ¡casi todos! que dejaban de ir al estadio para verlo por televisión. Las crónicas del Real Madrid-Espanyol de 1978-79 relataron que las gradas estaban desiertas, con un cálculo de entre 3000 y 5000 aficionados en el Bernabéu. En un partido de Liga ¡con el Madrid líder!
Al Madrid le venían mal esos partidos por la tele. El Espanyol empató aquella noche (0-0); primer punto que volaba de Chamartín, en la jornada 12. El año anterior, que el Madrid también fue campeón, el primer punto también se fue por un partido de la tele, con Las Palmas, al que también me «castigaron» sin ir… ¡se televisaba en color! Y conmigo, más de la mitad de los aficionados se quedaron en casa.
Con las gradas vacías, el entrenador Irulegui planteó con el Espanyol un partido aguerrido al Madrid; con un gran Fernández Amado, más Arabí, Molinos y Ozorio en medio campo, buscando las carreras de Pavón, y Marañón de enlace. Marcajes al hombre: Lanchas sobre Juanito, Canito sobre Santillana y Verdugo sobre Jensen. Al Madrid se le atragantó el partido. Se lesionó su portero Miguel Ángel, en la primera parte, sustituido por García Remón, y luego Stielike, a media hora del final. Sin el alemán, hasta el Espanyol equilibró el partido. Urruticoechea tuvo buenas intervenciones a remates de Santillana, uno de ellos, rechazado por el palo, tras un paradón a bocajarro. Desde este empate a cero, los blanquiazules han pasado 38 veces por Chamartín y nunca más han vuelto a dejar su portería a cero. Pese al empate, la jornada fue buena para los de Molowny: el Barcelona cayó goleado en el Camp Nou por el Atlético, con lo que los blancos se escaparon más aún de su máximo rival. Ese mismo día en baloncesto, el Real Madrid vencía al Barça 96-83, con 30 puntos de Brabender, en una época donde anotaban solo seis jugadores: Corbalán, Meister, Rullán, Iturriaga y Cristóbal, pero con llenazo en el pabellón y un millón de pesetas en taquilla.
En el fútbol, también el público da la espalda a su equipo cuando hay una mala temporada. Es lo que pasó en la 99-2000, con Del Bosque de entrenador. Un Real Madrid que fue campeón de Europa (en París, contra el Valencia) y que no ganó ni la mitad de sus partidos en todas las competiciones. Hizo una liga desastrosa. Ganó al Numancia en casa en la segunda jornada y hasta la jornada 16 (111 días después) no volvió a vencer en el Bernabéu, en un encuentro que empezó en el puesto 15 de la tabla, contra el Espanyol (2-1). Y eso que se adelantaron los visitantes (Benítez, m25). Aquella noche hubo alrededor de 40.000 espectadores. Los blancos remontaron con un tanto de Raúl, al borde del descanso, y otro de Hierro. Lorenzo Sanz, presidente del club, recibió a los peñistas esa mañana y les declaró: «hay que exigir más a los jugadores, que para eso cobran mucho». La temporada anterior ante los periquitos (2-0, los dos de Morientes) también registró Chamartín muy floja entrada.
Real Madrid y Espanyol juegan ahora en el Bernabéu por 85º vez. Venció el Real Madrid en 66 ocasiones (78,57%), con 14 empates y cuatro victorias visitantes. Cuando el Espanyol ganó en Chamartín, los blancos nunca fueron campeones. Los pericos son el equipo más goleado por los madridistas en casa en toda la historia de la Liga, con 237 tantos (por 67 de los catalanes). Por primera vez, el Espanyol, que lleva 22 temporadas sin ganar, lleva cuatro años sin marcar en Madrid. En estas 22 últimas temporadas, el Madrid ha marcado dos goles, al menos, ¡siempre!
En el Real Madrid- Espanyol del año pasado, Achraf debutó como titular. Bale y Carvajal fueron baja y se unieron a los lesionados Benzema, Kovacic y Marcelo. El resultado fue 2-0 (los dos de Isco). Se repitió el resultado del año anterior. No se repetía un resultado desde el 4-1 de la 85-86. En ese 2-0 de la 2016-17, el Real Madrid llegaba con 41 partidos consecutivos marcando. Volvió Bale, que llevaba tiempo lesionado, y que salió en la segunda parte. Una carrera suya al contragolpe como contra la Roma significó el 2-0.
Hace tres años, contundente paliza (6-0) del Madrid de Zidane, que llevaba cuatro partidos en el banquillo. El marcador más abultado ha sido un 7-0, que se dio dos veces (42-43 y 91-92). Y en otras tres le goleó también con siete goles: 7-1 (55-56) y 7-2 (34-35 y 56-57). Seis de las 48 veces que el Real Madrid empató en casa a dos goles en toda la historia de la Liga fue contra el Espanyol. Di Stéfano, con 13 goles, es el que más goles ha marcado. Raúl anotó 11. Será la séptima vez que se enfrenten en la jornada 4ª. Han jugado este enfrentamiento en ambos clubes 21 jugadores, los últimos: Callejón, Granero y Kiko Casilla.
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