Empate a dos, resultado preferido del Real Madrid en Villarreal

El Real Madrid visita el estadio de La Cerámica de Villarreal, donde jugará por vigésima vez en Liga. En los antecedentes se han dado nueve victorias, tres derrotas madridistas y siete empates; con 18 goles locales, por 32 visitantes. A los blancos se les da mejor esta visita en las primeras jornadas: de las tres derrotas, solo una lo fue en la primera vuelta; y llegó en la jornada 15, en la 2015-16, con 1-0, gol de Soldado a los nueve minutos. Los amarillos, que debutaron en Primera la temporada 98-99, figuran entre los grandes en diferencia de goles: solo ocho equipos de los 63 que han militado en la máxima categoría han marcado más goles a favor que en contra. El Villarreal es uno de ellos, con 1003 frente a 897 (+106).

La pasada campaña el partido se jugó aplazado por el mundial de clubes, con pasillo de honor al campeón. Será la cuarta temporada consecutiva que los blancos ostenten el escudo FIFA en su camiseta en esta visita. El Villarreal llegó a la jornada 17 en la peor posición de su historia en Primera, igual que cuando descendió en 2012: tanto en puesto (17º), como en puntos (15), como en partidos ganados (3), como perdidos (7). Los locales habían repetido dos veces cuatro alineaciones diferentes, con Asenjo y Gerard Moreno, siempre titulares. Lopetegui y Solari habían combinado 16 onces diferentes, con Sergio Ramos único siempre titular. Y sin faltar ni Modric, ni Asensio ni Benzema.

A los 4 minutos ya perdía el Real Madrid en La Cerámica, e incluso ya había concedido antes una ocasión clarísima, por el pasillo de Marcelo ante Samu Chukweze. El gol fue de Cazorla, auténtico héroe del choque (suyo fue además el gol del empate, en el 82’, ¡de cabeza!: su primer gol así de sus 41 en Liga). Cazorla no marcaba en el campeonato español desde abril de 2012 (con el Málaga, en Pamplona). Los de Solari le dieron la vuelta al marcador en 20 minutos. Primero, Benzema; y luego, Varane a balón parado, ambos de cabeza. Con un fútbol lento, previsible, al pie, pero controlando el choque. Nunca metían un balón a la carrera a Bale, que se quedó en el descanso sin salir por una nueva lesión. Lo suplió Isco, poco protagonista con Solari, que no tuvo buena actuación. La superioridad del Madrid hizo que Lucas Vázquez, en una gran carrera, se quedara solo ante el portero tras un rebote afortunado, y en vez de dársela a placer a Benzema, prefirió ganarse él la autoría de la gesta. Falló. Y aquella jugada condenaría al equipo. El Madrid renunció a mantener el dominio, entregó el balón a los locales y se confió. Los de García Plaza fueron creciendo en torno a un Cazorla protagonista y de un impetuoso Chukweze. Los blancos acabaron la jornada a siete puntos del líder, Barcelona. La posesión fue de 46-53%. Pero lanzaron más córners los locales (6-4).

Cristiano Ronaldo es el máximo goleador de los 19 Villarreal- Real Madrid, con ocho dianas. Le siguen, con tres, Cani y Bale. Y anotaron dos Morientes, Sneijder, Raúl y Cazorla. Bale ha jugado todos los partidos en esta cita; es la única visita a la que no ha faltado.

En 2017-18, último partido antes de la final de Kiev contra el Liverpool, también hubo un 2-2. Fue el último gol de Cristiano Ronaldo como jugador del Real Madrid. Se marchó habiendo marcado en los diez últimos partidos de Liga que disputó. Fue máximo goleador del equipo en ocho campeonatos (lo que no hizo nadie, Santillana lo logró en siete). Debutó Luca Zidane en Liga. En 2016-17 hubo una remontada espectacular. El Madrid perdía 2-0 en la segunda parte y venció 2-3, con 44 partidos seguidos marcando, lo que era récord del club. La mala suerte se cebó con Asenjo: el guardameta se rompió la rodilla en una acción estúpida.

En 2013-14, el partido se disputó en la jornada 4 y terminó también con otro 2-2 (tres veces se ha repetido este empate. Y otras tres acabó 2-3 o 3-2 tras gol en los minutos finales). Fue el debut de Bale, en también su estreno como goleador madridista. Igual que el año pasado, el Madrid empezó perdiendo y remontó; pero Giovanni empató.

Iker Casillas y Sergio Ramos han jugado 13 veces este partido, más que nadie. Por los locales, Cani y Bruno Soriano estuvieron en ocho. En 2011-12 Sergio Ramos fue expulsado por doble amarilla, tras lo cual Ozil también se fue al vestuario por protestar al árbitro reiteradamente. Luego fue Mourinho, desquiciado. Rui Faría tampoco acabó el partido. Los amarillos, con un rival mermado con nueve jugadores, prefirieron el empate. El Madrid ganó los siguientes ocho partidos de Liga, que conquistó, con 121 goles a favor. Y el Villarreal, que tenía seis puntos de colchón sobre el descenso, se fue a Segunda. No hay que conformarse jamás.