Aunque por el título pudiera parecerlo, no me refiero al cuento sinfónico “Pedro y el lobo” de Sergei Prokofiev, sino a otro cuento –porque de cuentos va el asunto- que muchos recordarán el del “Pastorcillo mentiroso”. En él se narra que un pastorcillo que apacentaba sus ovejas se dedicaba a bromear con sus paisanos gritando que venía el lobo y cuando acudían prestos y sudorosos a socorrerlo se reía de ellos. Pero un día el lobo atacó de verdad y aunque gritó desesperado pidiendo ayuda los otros pastores no fueron en su ayuda creyendo que se trataba de una nueva broma.
Me temo que algo parecido le pasa a Pedro Sánchez. En efecto, en una entrevista con Gloria Lomana, celebrada en la primera década de septiembre de 2014, Pedro Sánchez afirmó públicamente “el PSOE no pactará con el populismo”, añadiendo “comparto el cabreo de la sociedad española, pero el populismo no es la solución”. Y concluyó afirmando que “el Partido socialista va a hacer frente a tanto al PP como la populismo”.
Pues bien, el 13 de junio de 2015 ABC.es publicaba que Dolors Sabater, cabeza de una coalición entre la CUP y Podemos, que tuvo solo 5 concejales frente a los 11 de del PP, fue investida alcaldesa de Badalona al contar con el voto de los 4 concejales del Partido Socialista de Cataluña.
Esta mañana, Pedro Sánchez, en el programa Herrera en COPE, a las incisivas y reiteradas preguntas del conductor del programa sobre si pactaría con Podemos después de las generales, respondió “no seré presidente a cualquier precio”.
Y la cuestión surge por sí sola ¿se lo creemos? Yo desde luego no y a las pruebas del valor de su palabra me remito. Para mí le ha sucedido como al “pastorcillo mentiroso”. El señor Sánchez acababa de llegar a la política con la mochila repleta de credibilidad. Pero, tras las últimas elecciones municipales y autonómicas, sus pactos postelectorales con fuerzas populistas con el único objetivo de desbancar al PP, como el comentado de Badalona, han agotado su credibilidad.
Y es que, al parecer, Pedro Sánchez no suscita un entusiasmo generalizado en su partido, como lo prueban las recientes palabras del Secretario General del PSOE de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, el cual refiriéndose al liderazgo del señor Sánchez declaró que “Todo en la vida es revisable”.
Por eso, Pedro Sánchez sabe perfectamente que la única posibilidad que tiene de asentarse como Secretario General del Partido es poder formar Gobierno. Y lo intentará por todos los medios, aunque pueda poner en juego el interés general de España. De aquí que no haya tenido la gallardía que tuvo en su día Jose Luis Rodríguez Zapatero cuando declaró que si no ganaba a Mariano Rajoy no gobernaría.
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