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Comida surrealista en el Palace

Comida surrealista en el Palace
J. F. Alonso el

Los bigotes de Dalí andan estos días por Madrid. Afilados y juguetones, como solían, bajo el sol de la primavera. Desde el sábado revolotearán por el Museo Reina Sofía, en una cita imprescindible para los amantes del arte y de una cierta visión poco uniformada de la vida. En sus salas se exhibirán más de doscientas obras del pintor procedentes de importantes instituciones, colecciones privadas y de los tres depositarios principales de su obra: la Fundació Gala-Salvador Dalí (Figueras), Salvador Dalí Museum de St. Petersburg (Florida) y el citado Reina Sofía (Madrid). Anoten en su agenda: “Dalí. Todas las sugestiones poéticas y todas las posibilidades plásticas”. Fechas: 27 de abril – 2 de septiembre de 2013.

Pero aprovechando que, durante unos meses, Figueras pasa por Madrid, quiero hablarles de otra iniciativa que combina arte y gastronomía. El grupo de restaurantes “La Cuina de l’Empordanet” ideó tiempo atrás un menú en homenaje a Dalí que se sirvió en los tren-hotel con destino a París de noviembre de 2012 a marzo de 2013. Ahora, ese despliegue de sabores y platos de nombres tentadores llega al restaurante La Rotonda del Hotel Westin Palace de Madrid, muy cerca de las salas donde colgarán las cuadros que inspiraron esas preparaciones. Es una forma atractiva de saborear la pintura, aunque sea metafóricamente hablando.

Este es el menú, que esta vez tecleo al completo por la curiosa relación entre los cuadros del genio de Figueras y los platos elegidos. Cuesta 55 euros por persona, IVA incluido, por la noche.

Entrantes
Naturaleza muerta: espina de anchoa frita.
Huevos al plato (sin el plato): huevo de codorniz pochado, botarga rallada y espárrago blanco
“Miniatura del cerdo”: Fuets miniatura.
Autorretrato blando con bacon frito: Cremoso de panceta con flores de mostaza

Primer plato
La persistencia de la memoria. Mar y montaña de carne de matanza y cigalas.

Pescado
Los primeros días de la primavera: Lomo de lubina a la brasa con guisantes, alcachofas, ajos tiernos y menta

Carne
Retrato de Gala con dos costillas de cordero en equilibrio sobre su hombro: Cordero lechal de oveja con verduras de primavera, setas y judías

Postres
El momento sublime: aspecto de huevo frito, pero sabor dulce.
Los deseos insatisfechos: Bizcocho borracho con espuma de canela y helado de uva.

Petits fours: Las acomodaciones de los deseos Piruletas de chocolate.

Vinos y cavas
Cavas Castillo Perelada. Finca Malaveïna. Tinto 2009. DO Empordà
Oliver Conti. Treyu. Blanco 2011. DO Empordà
Cavas Castillo Perelada. Brut Rosado. DO Cava

Algo del sol de la Costa Brava y de la locura genial de la tramontana anda estos días por Madrid, en efecto. Los representante del turismo de Gerona han cogido el AVE para contar aquí y allá las virtudes de su ciudad, recién redescubiertas por el tren rápido. Antes, Gerona estaba lejos para la mayor parte de la península. Era como si cualquier viaje terminara en Barcelona. Podía seguir hasta las playas de la Costa Brava, sobre todo en verano, pero resultaba una tortura plantearse un viaje corto de fin de semana a la bellísima y “gran desconocida” Gerona. Tampoco las autoridades locales mostraban un especial interés en promocionar su pequeño tesoro, todo hay que decirlo. Ahora parece que eso ha cambiado. Gerona se muestra, presume de lo que tiene… Por eso, Dalí y su menú son buen excusa para hablar del barrio judío o del turismo gastronómico, del genio de El Celler de Can Roca.

En las líneas previas he apuntado dos propuestas, la exposición de Dalí y el menú del Palace. Y aquí va la tercera, quizá la mejor de todas. Del 11 al 19 de mayo se celebra la 58 edición de “Girona  Temps de Flors”, una semana larga en la que las flores toman hasta 145 espacios públicos y privados, decorados por particulares y por artistas de diferentes especialidades. Durante esos días, Gerona será una flor, desde la estación del AVE hasta decenas de patios particulares o edificios, desde la escalera de la catedral a los baños árabes, o la plaza de los Jurados. Y también el claustro de Sant Pere de Galligants, la iglesia del Sagrat Cor, el puente de les Peixateries Velles o la Rambla de la Llibertat.

Foto del menú: Lomo de lubina a la brasa con guisantes, alcachofas, ajos tiernos y menta.

Foto de Temps de Flors: Calafellvalo.

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