13 consejos para NO ser la invitada perfecta en una boda. Cayetano y Eva

1. Si alquilas un chaqué, procura que sea de tu talla. Siempre se pueden hacer arreglos como subir el bajo del pantalón o adaptar los botones. Así no se nota tanto que vas de “prestado”, y no haces el ridículo que hizo Francisco José Rivera Pantoja.

2.Huye de los brilli-brilli. Es un estilo muy italiano, pero que cada vez se ve menos en España. No se llevan ya las lentejuelas, los satenes, ni las corbatas extra-brillantes como la que llevaba Cayetano en su boda.

3. Cumple a rajatabla la etiqueta impuesta. Si en la invitación te dicen pamela y chaqué, pues cumple las normas. Dicen que en el enlace de Cayetano y Eva, Julián Contreras desapareció en el postre molesto por no haber cumplido con la norma de vestimenta.

4. Aséate y cuida tu aspecto. El día de una boda es para ir impecable. Parece obvio, pero mirad a Julián Contreras padre..

5- De blanco solo viste la novia. Es una deferencia, ya que ella es la protagonista del día. Por eso mismo, no es adecuado vestir en tonos muy claros tipo crema, empolvados o marfiles. Si encima te pones un veraniego (y minifaldero) vestido combinado con zuecos de madera, el resultado es tan horroroso como el conjunto que llevó la sobrina del novio, Tana Rivera.

6. En una ceremonia eclesiástica, vestido corto significa a la altura de la rodilla aproximadamente. No hay que aprovechar para lucir piernas, ni destacar excesivamente con complementos como este tocado de la acompañante de David Fandila, muy apropiado para una carrera de Ascot.

7. La combinación de colores y tejidos es un arte, igual que el de texturas y sabores en la cocina. Quizá por eso quiso arriesgar Samantha Vallejo- Nágera, sólo que acabo convertida en una oda al color. Y su tocado, un homenaje a los calamares a la romana, por aquello del catering…

8. Si el enlace es en otra ciudad distinta a la tuya, mete en la maleta una pequeña plancha de viaje. Un vestido arrugado estropea cualquier conjunto.

9. Romper el clasicismo de un chaqué (para qué) puede ser original, siempre que ese sea tu estilo. Pero en ese caso, tened claro que los defectos resaltan más. Jose Marí Manzanares iba hecho un pincel, pero con una chaqueta excesivamente larga por detrás y unas mangas muy cortas. Mirad cuánto le sobresale la camisa.  Su pareja llevaba un vestido de encaje con falda demasiado corta y encima se  transparentaba. En una ceremonia de iglesia en pleno noviembre.

10. Sigue la moda y las tendencias. Una invitada no puede destacar por su atuendo, la protagonista, reitero, es la novia. Helena Tablada hizo competencia directa a Lady Gaga con su vestido galáctico. Muy muy corto. Y sin medias.

11. Es muy importante respetar el tipo de ceremonia, el lugar y el mes. Y aunque sea otoño, no hay que olvidar que en Andalucía debía hacer ese fin de semana más de 20 grados. Impropio, por ello, vestir de terciopelo. Imaginad el calor que pudo pasar Silvia Zamora. Igualmente curioso, el larguíiiiisimo echarpe del señor que va detrás de ella. Y los infumables zapatos que vestía. Dos errores más de la bloguera. Si se llevan guantes, hay que llevarlos siempre puestos en el exterior. Además, hay una regla de oro: Cuanto más corta sea la manga, más largo tiene que ser el guante. Ella sólo lleva puesto el izquierdo, y son demasiado cortos. Y si llevas tocado, no te lo puedes quitar en toda la ceremonia. Y ella se lo quitó nada más llegar al lugar del convite.

12. Hay una norma en el protocolo que dice que si llevas tocado llevas guantes.  Es un complemento que aporta mucha elegancia al conjunto de una mujer. En estas imágenes, veis a Elisabeth Reyes, María José Suárez, Priscila de Gustin y Raquel Rodríguez.  Priscila, para mí una de las mujeres más espectaculares en esta boda, no lleva los guantes de manera correcta.

En la siguiente imagen, subida por la propia Priscila a su Instagram, veis la mesa. Varias invitadas se han quitado ya el tocado (Elisabeth quedó peinada con una simple coleta).  La mesa aparece sobrecargada con todos los bolsos y los móviles encima del mantel.

13. Como todo en esta vida, más vale pecar por defecto que por exceso. Valga el ejemplo de los sombreros de Fran Rivera y su esposa. La chistera era excesiva, al igual que la pamela de Reyes Hellín que vestía Lourdes Montes. Al torero le sobraba la medalla de la hermandad que llevaba en la solapa. El vestido de su mujer era demasiado transparente en la parte de arriba; hubiese sido más conveniente para una ceremonia de tarde noche. Es curioso ver que ella siempre posa con la cabeza ladeada para no sobresalir mucho en altura a su marido.