El oxÃmoron es una figura de la retórica que asusta un poco a algunos porque contiene una bomba lógica difÃcil de asimilar. Consiste en construir una expresión con dos conceptos de significado opuesto y por eso, en latÃn, se denomina contradictio in terminis. Imaginen que, hartos de escuchar a todas horas el pleonasmo salir hacia afuera, un dÃa dijéramos salir hacia adentro.
Cuando el oxÃmoron está bien diseñado, la explosión genera un tercer concepto y la construcción se entiende, como en el ejemplo tradicional de oxÃmoron en poesÃa: un silencio atronador. Lejos de constituir un error, es tremendamente gráfico, como cuando se dice clamoroso silencio. Cualquier montañero de los que rescatamos alegremente de la sierra con cargo al erario encuentra coherente la expresión hielo abrasador, que Quevedo unió en un verso a fuego helado. Esto de juntar extremos no es tan raro: hoy, la gente llama punto álgido al momento más caliente de una negociación, pero álgido significaba inicialmente muy frÃo. La primera acepción de lÃvido es amoratado y la segunda, intensamente pálido. Supongo que porque el Diccionario se rindió a la calle. También hay algún oxÃmoron delirante de uso cotidiano como copia original.
Más vida en @rafaelcerro
Otros Temas