Los 57.369 avales que Pedro Sánchez ha presentado a su candidatura a la Secretaría General del PSOE no son “moco de pavo”, como se dice vulgarmente. Supongo que Susana Díaz, la otra candidata con posibilidades de liderar a los socialistas, sentirá en el cogote la presión de un Sánchez dispuesto a todo.
Los 63.500 apoyos que ha recibido la “lideresa del Sur” no son suficientes para frenar, de momento, la fuerza que está desplegando Sánchez en sus actos por toda España. Una diferencia de seis mil avales es insuficiente en la guerra sin cuartel que se libra por el control del socialismo.
No tengo nada claro que Susana Díaz vaya a ser la próxima secretaria general del PSOE. Cada día que pasa es más evidente que Pedro Sánchez consigue más apoyos, aunque habrá que ver si al final parte de los 12.000 avales de Patxi López irán a parar a la candidatura de Díaz.
Los socialistas sensatos supongo que serán conscientes de que si gana Sánchez la inestabilidad de este país será una realidad. El grupo parlamentario se romperá en dos y la gobernabilidad será imposible. Por lo que a Rajoy no le quedará más remedio que convocar nuevas elecciones. Y entonces, con un PSOE dividido, el PP será la única garantía para frenar a Podemos.
El escenario político, si gana Sánchez las primarias del PSOE, puede ser dantesco. La victoria en este pulso de Díaz o López es la única posible si se quiere mantener la unidad de España y la estabilidad del sistema democrático.
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