Cada día que pasa el Ministerio de la Verdad que quieren crear Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tiene más sentido. Yo, que era muy reacia a su constitución, creo que no habrá dinero en España mejor invertido que el de la plantilla de funcionarios que, tras superar la conveniente Oferta de Empleo Público, entren a desempeñar su trabajo en este organismo que puede salvar a España de la pesadilla socialcomunista del Gobierno del PSOE y Podemos, con apoyos proetarras e independentistas.
Con la perspectiva de lo que sucedió el pasado miércoles, un día infame para la Historia de este país, nada más útil que un Ministerio de la Verdad para desbaratar las mentiras de este Gobierno, para arrojar luz con argumentarios bien estructurados, mensajes en las redes sociales y notas de prensa convenientemente difundidas en prensa, radio y televisión.
La primera misión de este Ministerio de la Verdad, al que se le agolpa el trabajo, es desmontar las mentiras de Pedro Sánchez sobre que jamás pactaría con Bildu, un “no” que era un “va a ser que sí” , que sois todos unos ¡tontos!, si con ello sigo viviendo en el Palacio de la Moncloa.
¡Qué vergüenza, qué indignidad!, que el mismo día que se acercan al País Vasco a los asesinos de Alberto Jiménez Becerril y Ascen, cuántos tristes recuerdos de aquel día en Sevilla, se anuncie, espero que el “pacto de la muerte política”, entre el PSOE y los proetarras de Otegui para apoyar los presupuestos. Sí, Pedro, vienen a cargarse el Estado, y tú le has abierto la puerta.
La segunda mentira, que no bajaron el 21% del IVA de las mascarillas porque la UE lo impedía, falso de toda falsedad. No lo hicieron porque no quería sacar los mil millones de recaudación que les aporta este impuesto recortando el gasto de los 22 ministerios que Podemos le ha obligado a crear para colocar a los suyos en la Administración.
Y tercera mentira del día infame, ahora sí hay que obligar a realizar pruebas PCR en los aeropuertos para garantizar que en España no entra ni un contagiado por coronavirus. Ya se lo pedía la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pero como es del PP no hay que darle ni agua. Ahora sí es importante, entonces no lo era.
De todas estas mentiras, la más indigna la de Bildu. No vale todo para ser presidente del Gobierno. A veces, es mejor irse a su casa, con dignidad, si el precio que hay que pagar es abrir las puertas del Estado a los asesinos de 857 personas, que todavía no han condenado los asesinatos. La Historia, y los españoles, espero que le pasen factura.
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