Mariano Rajoy le ha dicho esta tarde “sí” al Rey para intentar formar una mayoría que le garantice la investidura, como esta mañana le pedían Albert Rivera y Pedro Sánchez. El presidente en funciones ha aceptado el reto que le ha planteado Felipe VI y ello supone que los líderes de Ciudadanos y PSOE tienen que moverse y dar un paso adelante.
El paso al frente de Rajoy no supone que vaya ir a la investidura, sino que simplemente va a buscar los apoyos necesarios para garantizar que será el futuro presidente del Gobierno. La pelota la ha puesto ahora en el tejado de Rivera y Sánchez que ya no tienen excusa para bloquear la formación de un nuevo Gobierno. Si no lo apoyan no irá al Congreso al Pleno de investidura y sobre ellos recaerá la responsabilidad de unas terceras elecciones.
Rajoy gana tiempo, como él quiere, y sitúa en el punto de mira a Ciudadanos y PSOE. Una batalla larga en la que él, a priori, tiene mucho que ganar. Todo apunta a que si hay unas terceras elecciones podría conseguir más escaños y más votos. Si no quieren pactar con él, pero tampoco lo dejan gobernar en minoría, Rajoy tiene el argumento perfecto para presentarse en una campaña electoral y pedir una mayoría para no estar sometido a los vetos de los demás.
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