Paloma Cervilla el 10 jul, 2010 Después de hacer ayer una lectura rápida, junto con mi compañera de tribunales en ABC, Nati Villanueva, de los 400 folios más importantes de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el recurso de inconstitucionalidad del PP contra el Estatuto de Cataluña, no salgo de mi asombro cuando escucho las declaraciones del ministro de Justicia, Francisco Caamaño, asegurando que la posición del PP tras este pronunciamiento es un intento de "enmascarar su fracaso". Para fracaso el de Zapatero, el PSOE, Montilla, el tripartido y Mas. La sentencia es demoledora sobre los asuntos claves. No nos perdamos en lo secundario. Querían ser una nación, y el TC les ha recordado que la única nación es España; querían situar al castellano en un lugar secundario, y el TC les ha dicho que el catalán no puede ser una lengua preferente y más importante que el castellano; querían tener un Poder Judicial propio, y el TC les ha indicado que el único válido es el Consejo General del Poder Judicial. Y muchas cosas más que ponen a los políticos en su sitio. Lo siento por todos aquellos que han querido retar al Estado español, pero Cataluña, es España, con su importante historia, su rica cultura, su diversidad, su lengua, y sus miles de ciudadanos que estoy segura que no comparten este lío en que los han metido. Esto ha sido una cosa de cuatro políticos de turno que querían arañar unos votos vitales para estar en el poder. Y no lo digo yo, sino las urnas catalanas, a las que acudieron una minoria para ratificar el Estatuto, el resto les dio la espalda. No sería tan importante esta reforma estatutaria cuando sólo el 49, 4 por ciento de los votantes se pronunció. PD.- Estoy viendo ahora mismo en televisión los empujones a Montilla y los insultos a Durán i Lleida en la manifestación de Barcelona, por parte de grupos independentistas. Sencillamente, lamentable Otros artículos relacionados: "Montilla frena su ofensiva contra el TC" "Objetivo: acorralar al PP" España Comentarios Paloma Cervilla el 10 jul, 2010