A tenor de las encuestas, lo que Pedro Sánchez preparó con mimo como una de sus bazas para ganar las elecciones generales, puede terminar por sepultarlo o, al menos, por empezar a preparar su funeral. Quién le iba a decir al presidente en funciones que el dictador, o lo que queda de él en el Valle de los CaÃdos, iba a servir para reforzar a la derecha y amenazar seriamente a medio plazo su trono en el Palacio de la Moncloa.
A un dÃa de asistir al espectáculo de sacar al dictador de su tumba, el futuro de Sánchez se presenta muy negro. Tan negro, que los sondeos ya le auguran una caÃda en intención de votos y de escaños, que puede ser el principio del fin del polÃtico que alardeó del mérito de su resistencia.
Ni un solo voto de más le ha reportado al PSOE este regreso al pasado. Todo lo contrario, sino que ha reforzado a VOX , sin menguar el ascenso del PP. Un desastre estratégico la repetición electoral, si se confirman lo que hasta ahora recogen los diferentes sondeos demoscópicos.
Franco saldrá del Valle de los CaÃdos, porque asà lo dice la Justicia, sin haber sido nunca una de las principales preocupaciones de los españoles, pero a Sánchez, el dictador, le va a dejar libre su sepultura, en lo que podrÃa ser el anticipo de su propìo funeral. Si Sánchez gana las elecciones con menos diputados que hace siete meses, si el PP ronda los 100 escaños y VOX supera los 30, y el expresidente solo puede ser investido con el apoyo de la extrema izquierda y de los independentistas, el calvario será tal que en dos años tendrá que convocar de nuevo. Entonces el centro derecha tendrá una oportunidad de oro para regresar al poder.
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