Qué mal tienen que estar las cosas en este país para que el combativo, por supuesto siempre contra el PP y sus votantes “tontos de los cojones”, alcalde socialista de Getafe, Pedro Castro, presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) no se haya ruborizado después de ofrecer una rueda de prensa como la de hoy.
Hoy tenía la mejor oportunidad de su vida, la justificación perfecta para, por una vez, cantarle las cuarenta al presidente del Gobierno por como está tratando a los ayuntamientos a los que mantiene asfixiado económicamente sin darle respiro alguno. Es que creo que hasta Rodríguez Zapatero lo habría comprendido. ¿Cómo es posible que el mismo día en el que el Gobierno confirma que impedirá endeudarse a los ayuntamientos en 2011, aunque haya rectificado diciendo que esta medida no la aplicará en 2010, no levante la voz y negocie con la oposición un acuerdo para enmendarle la plana a Zapatero? Pues no. Convoca una rueda de prensa y, con la que está cayendo, de lo primero que habla sobre los acuerdos adoptados en la comisión ejecutiva es de una serie de convenios sobre colegios y no sé que más, porque no daba crédito a lo que oía, y dejaba para el final, no más de cinco minutos, una referencia, como el que no quiere la cosa, sobre la medida del Gobierno, pero, eso sí, arremetiendo contra el PP. Inaudito.
En su intento por domesticar a los ayuntamientos y silenciar una protesta que moleste a Zapatero, Pedro Castro ha caído en el mayor de los ridículos. No quiero ni pensar que hubiera pasado si esto lo hubiera hecho un Gobierno del PP. Supongo que se le habría soltado la lengua y habría lanzado a los concejales a la calle como si esto fuera una revuelta nacional. ¡Qué vergüenza he sentido hoy!
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