La batalla de guante blanco entre MarÃa Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de SantamarÃa ya ha empezado, aunque, realmente, no creo que llegue la sangre al rÃo. Por encima de todo creo que son dos señoras educadas y ninguna de las dos permitirá un espectáculo que, a la larga, hará daño al Partido Popular, y a ellas mismas.
Si una u otra gana después de haberse metido en el barro, el liderazgo será efÃmero y el partido quedará roto por la mitad.
Hoy comienza la campaña electoral para ver quién sucede a Rajoy al frente del Partido Popular, el momento más esperado y en el que pocos creÃan. Hasta que Feijóo dijo “NO”, de momento, muchos tenÃan la esperanza de que el choque de trenes no existirÃa o se pospondrÃa.
Cospedal ha iniciado su campaña presentándose como la candidata de los militantes, de los afiliados, sin hacer una excesiva exhibición de poder, de respaldo del aparato, y hace bien. Esas muestras de poderÃo suelen causar rechazo y ya sabemos lo que le pasó a Susana DÃaz. Era la candidata de todos, y se quedó en nada.
Pero el primer mensaje que ha lanzado le puede venir bien: “Se plantó delante del chorizo Bárcenas y le ganó en los tribunales”. Esta es quizás su mejor carta de presentación ante sus militantes. Fue ella la que echó al extesorero del partido, la que levantó las alfombras de sus tejemanejes y la que ha pagado el precio más alto.
Pero no se quedó ahÃ, sino que fue la única persona del PP que, a tÃtulo personal, llevó a Bárcenas a los tribunales y le ganó dos veces, una de ellas la del famoso “finiquito en diferido”.
Este enfrentamiento atroz con Bárcenas ha derivado en el primer gran eslogan de su candidatura “yo dà la cara”, aunque “me la han partido varias veces”. Una idea fuerza que puede calar en el militante que, con su orgullo herido, puede ver en ella a la dirigente que luchó por la dignidad de una formación abrasada por la corrupción.
La reacción de la exvicepresidenta a este mensaje ha sido rápido. Temerosa de que cale el mensaje de que ella se refugió en el Gobierno y no salió a defender a un partido que, algunas veces, la ve como una extraña, aseguró que ella “daba la cara desde el Gobierno” y que a “cada uno en el partido se le han dado una serie de responsabilidades”.
Este ha sido el primer escarceo un poco subido de tono entre ambas candidatas, pero todavÃa quedan 12 dÃas de campañas. No creo que la cosa vaya a más, y serÃa un error lo contrario.
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