Las elecciones autonómicas en Madrid del próximo 4 de mayo se han convertido en la madre de todas las batallas polÃticas. No son solo unos comicios para dirimir quién será la próxima presidenta o presidente de la Comunidad, es algo más, es el pulso entre Sánchez y Casado para liderar esa zona templada de moderación que se encuentra a la derecha del PSOE y a la izquierda del PP y enfilar el camino hacia las elecciones generales de 2023, aunque estoy convencida que habrá adelanto electoral.
Pero es algo más, es la lucha por la hegemonia de la derecha, en la que ha tomado ventaja el PP sobre Vox con una Isabel DÃaz Ayuso lanzada a la conquista de una mayorÃa absoluta que ya empieza a dejar cadáveres en el camino.
Aunque Sánchez e Iglesias se empeñen en hacer desaparecer el Valle de los CaÃdos, otro escenario similar se abre paso a marchas forzadas en la Comunidad de Madrid. Este panteón, en esta ocasión no de polÃticos ilustres, sino más bien populares, ya lo ha inaugurado el exvicepresidente y lÃder de Ciudadanos en la región, Ignacio Aguado. No solo no irá en las listas, sino que llevará al desastre a esta formación polÃtica que está dando sus últimas bocanadas antes de morir. Lo de Edmundo Bal es de tragedia épica. No entiendo que un abogado del Estado se haga el harakiri de esta manera.
También por la puerta de este mortuorio ha entrado el vicepresidente segundo del Gobierno, aunque ya por poco tiempo, Pablo Iglesias. No se si el lÃder de Podemos es consciente de su pérdida de crédito polÃtico, de su descenso acelerado a los infiernos. Quizás por eso ha decidido morir con las botas puestas, intentando rescatar de la nada a Podemos y, al menos, poner una pica en el Flandes de la Asamblea de Madrid con un grupito parlamentario. El macho alfa, decÃan algunos ayer por los pasillos del Congreso, “no recogerá ni su acta de parlamentario autonómico”.
La incógnita de si en este nuevo Valle de los CaÃdos entrará una mujer es RocÃo Monasterio, candidata de Vox. La formación de Abascal se enfrenta a un desafÃo descomunal ¿cómo hacer frente a una DÃaz Ayuso que cada dÃa que pasa recoge un voto más de los simpatizantes de Vox? Los habrá, seguro, ahà están las encuestas, entre 10 y 12 diputados, pero yo no conozco a nadie que haya votado a Vox en las generales que no vaya a apoyar a DÃaz Ayuso. Y además, con el agravante de que el PP ya ha advertido de que no quiere gobernar con Vox si le hicieran falta sus votos para llegar a la mayorÃa absoluta ¿Será capaz Vox de dejar entrar a la izquierda en Madrid por no apoyar la investidura de Ayuso?
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