A mí me hace mucha gracia, sí, me río por no llorar, la distinta vara de medir que utiliza la izquierda cuando se trata de criticar las declaraciones machistas, solo cuando les afectan a ellos. A lo largo de toda mi vida profesional, y ya van 27 años en ABC, he visto de todo, y siempre es lo mismo. Ridiculizar a la derecha cuando uno de los suyos dice alguna que otra tontería, y el silencio más absoluto, o criticarlo con la boca pequeña, cuando el que las dice se trata de un dirigente de izquierda.
El último ejemplo de lo que digo lo tenemos tan reciente como que sucedió ayer. El concejal del Partido Popular en el municipio catalán de Palafolls, Óscar Bermán, dijo la solemne tontería de que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, “estaría limpiando suelos en una sociedad sana”. Y se montó la mundial. El Partido Popular, ante semejante estupidez, tomó ayer mismo medidas y lo apartó de sus filas, abriéndole un expediente.
Pues todavía estamos esperando a que el PSOE aparte de sus filas al hoy presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que dijo que la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, “no sabía ni pasar la aspiradora”. La dirigente popular recordaba ayer estas declaraciones machistas subrayando que “todavía no he recibido ninguna disculpa de nadie del PSOE”.
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