Aunque todavÃa quedan cinco dÃas de campaña electoral y puede pasar cualquier cosa, en el Partido Popular cada vez son más los que elogian el djseño que de la misma ha hecho el jefe de gabinete de Mariano Rajoy y máximo responsable de la campaña, Jorge Moragas. Antes de irme a Londres a vivir una temporada, no eran muchos los que le auguraban muchos éxitos al jefe de los fontaneros de Moncloa.
Pero la sorpresa ha sido mayúscula y Moragas ha conseguido lo que parecÃa imposible, presentar a un presidente cercano, incluso humano, y cambiar algún voto que iba a Ciudadanos y devolverlo al Partido Popular. Y esto último sà que era difÃcil, ya que el grado de descontento con esta formación polÃtica sigue siendo bastante elevado.
Moragas se ha instalado en el cuartel general de Génova. Todo pasa por su mano. No hay petición de entrevista a la que él no dé el visto bueno, estrategia diaria que no tenga su sello personal. Lo es todo en la campaña, para lo bueno y para lo malo.
Uno de los principales aciertos, dicen, ha sido llevar a Rajoy a los programas de mayor audiencia en televisión, como el de BertÃn Osborne, que le ha hecho media campaña, o el de MarÃa Teresa Campos. Aunque pueda parecer una frivolidad, la sociedad española es asà y los espectadores de estos programas se cuentan por millones. Un formato adecuado para presentar al hombre, que no al presidente.
El segundo acierto ha sido no llevar a Rajoy al debate a cuatro. Un presidente de Gobierno, dicen en el PP, no puede aparecer en un debate con tres adolescentes (Sánchez, Rivera e Iglesias). Al final, este debate no fue determinante y para muchos ha sido muy negativo para la proyección de los candidatos.
La realidad es que el resultado de la campaña hasta el dÃa de hoy está siendo positiva para el presidente. Poco a poco sigue subiendo en las encuestas y está dejando descolgado al PSOE en la carrera por el segundo lugar, que cada vez más parece reservado a Ciudadanos.
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