La eliminación de los Lakers a manos de San Antonio ha dejado el futuro de la franquicia en el aire. Realmente, ya lo estaba antes de ese cuarto partido, pero la forma en que ocurrió ha agravado la situación y sólo la continuidad de Kobe Bryant parece segura. Esto deja a Pau Gasol en la puerta de salida, como casi todos los días durante los últimos dos años. Un traspaso o una amnistía (los Lakers le pagarían los 19 millones de dólares que le quedan del último año y sería libre para elegir equipo) parece su destino más probable, algo que él mismo reconoció en la rueda de prensa de despedida de la temporada.
“Puede que haya sido mi último partido con los Lakers”, señaló. Una incógnita que Kupchak no le negó y que habrá que esperar para certificar. La clave de su futuro la apuntó el propio Gasol y tiene un nombre: impuesto de lujo. Tras la firma del nuevo convenio laboral, los clubes que superan el límite salarial deben pagar una multa mucho más alta de lo que ocurría anteriormente, lo que obliga a recortar gastos en la plantilla angelina. Con los 30 millones de dólares seguros que cobrará el próximo año Kobe y los casi 20 que podría embolsarse Howard (Kupchak aseguró que confía en que pueda quedarse aunque termina contrato), queda poco margen para el resto del equipo y, sobre todo, para los 19 millones de Pau Gasol.
El gran problema de los Lakers esta temporada, más allá de las lesiones, ha sido el fondo de armario. Jugadores de segunda fila que debían haber arrimado el hombro en los momentos difíciles. Esa segunda unidad que no ha ayudado ni con los titulares sanos ni con ellos en la enfermería. Es por ahí por donde debe comenzar la reconstrucción angelina, ya que un borrón y cuenta nueva sería inimaginable viendo el elenco de agentes libres de relumbrón que habrá en el mercado este verano. El más jugoso, Josh Smith (Chris Paul parece que se quedará en los Clippers) no es un jugador para pagarle el máximo y del resto –Monta Ellis, West, OJ Mayo o Kevin Martin, por poner algún ejemplo- ninguno parece con entidad suficiente como para darle a los Lakers un salto de calidad que les lleve a luchar por el anillo.
Creo que Gasol terminará saliendo rumbo a otro equipo y que los Lakers utilizarán su salario para reforzarse con 2 ó 3 buenos jugadores, más otros 3 ó 4 de relleno. ¿Podría estar entre ellos Calderón? No sería mal fichaje, siempre y cuando el extremeño no se subiera a la parra exigiendo un contrato como el que tiene actualmente que roza los diez millones de dólares. De hecho, siendo honestos y viendo su rendimiento de esta temporada, el primer objetivo de Kupchak debería ser traspasar a Steve Nash, al que las lesiones han machacado y que, a sus 37 años, puede que haya dado todo lo que tenía que dar al baloncesto. Otro salario desorbitado en Los Ángeles visto su rendimiento.
La reconstrucción, pase lo que pase con Pau y con Nash, será profunda y no solo por los resultados. Ahora mismo, los Lakers tienen sólo seis jugadores con contrato en vigor, además de la opción que tiene Metta World Peace para seguir un año más. Con Kobe como único seguro, queda ver en qué situación está el resto. De Pau y Nash ya hemos hablado, así que sólo nos quedan Steve Blake, Chris Duhon y Jordan Hill, los tres con salarios modestos, pero de muy diferente rendimiento. En mi opinión, solo Blake debería tener un sitio en la próxima plantilla, pero colocar a Duhon y a Hill va a ser tarea muy difícil para Kupchak. Lo que está claro es que el director deportivo de los Lakers va a tener mucho trabajo desde ya y que en ese maremagnum de movimientos estará muy presente el futuro de Gasol, que, como él mismo reconocía ayer, podría haber jugado ya su último partido como jugador de los Lakers.
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