Tan desconocido para el gran público como imprescindible para este Real Madrid. Así es Gustavo Ayón, el pívot mexicano que el club blanco fichará en las próximas horas para convertirse en refuerzo de lujo de la plantilla para Pablo Laso. Un fichaje que da un salto de calidad al equipo pensando en la Final Four que se jugará en Madrid el próximo mes de mayo.
En uno de los pocos momentos dedicados al baloncesto en la Asamblea de Socios del Real Madrid, Florentino Pérez fue interpelado por un nombre en particular: Gustavo Ayón. El presidente, que seguro que ya estaba al tanto de la operación, despejó balones, pero mi móvil comenzó a sonar con mensajes de amigos preguntándome por el susodicho. Interrogantes que se han repetido a mi llegada a la redacción, donde pocos recuerdan ya al pívot mexicano de pasado en la ACB -jugó en el Fuenlabrada antes de irse a la NBA- que a partir de esta semana lucirá de blanco.
El fichaje de Ayón era necesario para el Real Madrid, que tras la marcha de Mirotic y vistos los problemas interiores en los partidos importantes del año pasado, tenía que invertir en un jugador como el mexicano. El “Titán de Nayarit” es un pívot dominante. Un cinco con capacidad defensiva, pero con gran poder anotador (promedió casi 18 puntos en el pasado Mundial disputado con México). Un buen complemento para Bourousis, Reyes y Nocioni y un buen maestro para Mejri.
Con él, el Real Madrid iguala en poderío al Barcelona, cuyos fichajes le habían situado un punto por encima de los blancos, al menos en cuanto a potencial. Pleiss, Tomic, Doellman, Nachbar… a los que podría haberse unido Ayón, que tenía un acuerdo con los azulgranas por si volvía de la NBA, del que quedó liberado hace unos días precisamente por la imposibilidad que ha tenido Xavi Pascual de hacerle sitio. Es decir, que el Real Madrid ha matado dos pájaros de un tiro: ha fichado a un gran jugador y, de paso, se lo ha quitado a su gran rival.
El esfuerzo solo será un éxito si los blancos acaban consiguiendo el título más ansiado. La novena Copa de Europa. Esa que llevan veinte años buscando y que han tenido tan cerca en las dos últimas temporadas.
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