Algo no funciona en los Lakers. Nueve derrotas en 17 partidos son demasiadas para un equipo que aspira al anillo. Vale que no hubo pretemporada, que alguno de los jugadores llegaron de milagro al inicio de la liga y que otros (como Steve Nash) no han podido apenas participar por las lesiones. Pero aún así, todos están rindiendo a un nivel inferior al que deberían. Todos, menos Kobe Bryant, que acumula los mejores porcentajes de su carrera, pero que se ve muy solo dentro del equipo.
“Estoy corriendo más que en toda mi carrera”, reconocía el escolta a los micrófonos de Fox Sports después de la derrota ante los Magic. “Es algo que no me importa, porque he trabajado para ello. He trabajado en el manejo del balón, en la salida de los bloqueos y en la creación de las jugadas. Hay muchas cosas que ajustar”, apuntaba el capitán de los Lakers.
Su enfado venía dado por la falta de actitud de alguno de sus compañeros. Bajón que le duele especialmente en uno de sus aliados favoritos: Pau Gasol. Bryant quiso azuzar al español. Picarle en su orgullo. “Pau tiene talento de sobra para hacer esos ajustes que necesitamos. Para mejorar. Puede que no juegue tanto en el poste como le gusta, pero se tiene que adaptar. Basta ya de chiquilladas. Tiene que ponerse los pantalones por los pies. No puede quedarse lamentándose por eso”, señaló el capitán de los Lakers.
A Pau se le ve a disgusto desde la llegada de D’Antoni. Se siente señalado, principalmente, porque le han señalado. Al técnico no le ha temblado la mano al dejarle en el banquillo en los minutos clave y eso está minando la confianza del español. Aún así, toca levantarse. “No vamos a perderle“, ha dicho Bryant, aunque eso en la NBA nunca se sabe. La verdad es que las cosas tienen que cambiar en los Lakers o, como decía Kobe tras el choque de ayer, “voy a tener que patear culos en este vestuario” si no empiezan a ganar. Palabra de Kobe.
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