Emilio V. Escudero el 08 ago, 2012 La sombra de la sospecha perseguirá para siempre el encuentro disputado entre España y Brasil. Sospechas sin fundamento en mi opinión, pues si bien es cierto que la selección se dejó ir en los últimos cuatro minutos (justo cuando el marcador se le puso en contra), hasta ese momento había demostrado que había salido a ganar el partido. Digamos que se aprovechó de las circunstancias. Que algunos jugadores optaron por bajar el pistón o que, simplemente, Brasil fue mejor en los últimos minutos, como Rusia lo había sido dos días antes sin que nadie se quejara por la derrota española. Es en esa irregularidad donde España puede escudarse perfectamente frente a los incrédulos. Esos que mediado el tercer cuarto se acercaban a mi mesa o señalaban en las redes sociales que era evidente que los brasileños se estaban dejando y que ahora alzan la voz diciendo que esa mancha acompañará para siempre a este grupo de jugadores. Pero más allá del debate sobre el resultado del encuentro ante Brasil, España debe centrarse en resolver otros problemas antes de afrontar los cuartos de final ante Francia (hoy, 17.15 horas). Problemas que le han arrastrado a esta situación y que parten de una evidente falta de motivación ante algunos rivales (no fue el caso ante Rusia) y una irregularidad galopante en la mayoría de sus jugadores. 1 – Defensa: es quizá el mayor debe del equipo, que encaja casi 80 puntos por partido (y eso a pesar de haberse enfrentado con selecciones tan débiles como China o Gran Bretaña). Esa falta de intensidad se nota también en los diez rebotes permitidos bajo su propia canasta por partido. 2 – Contragolpe: el mejor arma de este equipo queda reducida a la mínima expresión por culpa del punto anterior. Sin defensa no se puede correr. Encajar canastas imposibilita la salida rápida y penaliza a un equipo hecho para salir al contragolpe, con hombres como Sergio Rodríguez, Llull o Rudy Fernández. Apenas 10,6 puntos llegan así de los 82,8 que promedia el equipo. 3- Amenaza exterior: aunque en los primeros encuentros el tiro de tres había funcionado con relativa solvencia, los dos últimos choques, ante rivales de enjundia, han revelado problemas serios también en esa parcela, donde solo Rudy y Pau (44%) tienen un acierto aceptable. El del equipo (34%) es muy bajo para un conjunto que cuenta en sus filas con tiradores contrastados como Navarro (33), Calderón (33), Sergio Rodríguez (25) o Llull (23). Sin esa amenaza exterior, las defensas se cierran y el potencial de nuestros interiores se reduce. 4 – Tiros libres: quitando el encuentro ante Rusia, en el resto los porcentajes desde el 4,60 ha sido malo o muy malo. Eso, en encuentros más ajustados, pasará factura. Hasta el momento se han fallado 35 de los 126 lanzados (72,2%). Hombres seguros desde ahí y asiduos a visitantes de la línea de libres, como Rudy o Marc Gasol, están muy por debajo de sus promedios. 5 – Dependencia de los pívots: el cuarteto Marc-Pau-Ibaka-Reyes promedia 46,2 puntos por partido, más de la mitad de los que consigue la selección. De ellos, 36 se consiguen en la pintura. Mucha depedencia que solo se ha roto en contadas excepciones. El buen momento de Rudy no se refleja en sus puntos y solo Navarro, a cuenta gotas, ha suplido esa falta de productividad. Es la hora de Llull y Sergio Rodríguez, porque a partir de cuartos no creo que Claver, San Emeterio o Sada tengan demasiada incidencia en el juego. Otros temas Comentarios Emilio V. Escudero el 08 ago, 2012