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Blogs Notas del Espía Mayor por Javier Santamarta del Pozo

Prohibido culturizarse en lunes

Prohibido culturizarse en lunes
Nadie pase en lunes a culturizarse, por Ricardo Sánchez «Risconegro»
Javier Santamarta del Pozo el

Qué lunes más silencioso… Se nota que hoy en el Palacio Monasterio sanlorentino las visitas no están permitidas. Hoy, como todos los lunes, como en tantos sitios, no abre al público. Nadie podrá quedarse sobrecogido en la Basílica ante el Altar Mayor, ni quedarse extasiado con el Cristo de Benvenuto Cellini que discretamente se encuentra según se entra a mano izquierda. Nadie admirará la imagen del sarcófago de don Juan de Austria, vencedor en Lepanto, ni bajará sobrecogido o curioso al Panteón de Reyes. Nadie mirará por la misma ventana que mirara en sus días Felipe II. Ni quedará con el cuello con tortícolis por andar mirando frescos increíbles sobre él. Lejos estará este día la posibilidad de admirar Grecos, Tizianos o Venoneses

Todo el mundo tiene el derecho a cogerse días de vacaciones, faltara o faltase. Y los funcionarios de Patrimonio Nacional, Museos, Edificios singulares, catedrales y monasterios los primeros. Que además lo dice el convenio. El lunes es día de descanso obligado. Cosa que, además, suele ocurrir en toda Europa. Pero… ¿no habría algún modo de organizar estos espacios de visita obligada cuando se viaja a uno u otro lugar donde, tal vez, uno no pueda volver jamás por la razón que sea? No me digan que no les ha pasado que, por el motivo que fuera, nos hemos encontrado en esa ciudad, pueblo, lugar… y por no haberle echado un ojo al Tripadvisor de marras o a la guía local en el formato preferido, nos hemos dado de bruces con que ese día, cierra. Y esos días suelen ser siempre los lunes.

Turistas ante el Alcázar de los Reyes Católicos cerrado en un lunes – foto V. M.

Me han comentado que esos días para nada se está ocioso dentro de estos templos del arte y de la cultura, sino todo lo contrario. Que es día para reorganizar intra muros alejados del bullicio del turisteo, salas y exposiciones. Observar fallas o deterioros. E incluso hacer hasta limpieza general. No digo que no sea así. Uno como Espía Mayor sabe hasta donde uno escucha, lee y observa. Pero me da que no acabo de ver tal cosa en tantísimos monumentos en donde lo que hace falta para uno poderlo ver, es que haya personal para poder enseñarlo. O para estar en la entrada. O para dotar de seguridad al sitio en cuestión. O todo ello. Y no lo hay. Vamos, ¡que me suena a cierta excusa eso del aprovechamiento!

Hoy pareciera que quisiera echar tal responsabilidad a quienes nos hacen de anfitriones en esos mágicos lugares donde vamos, bien a culturizarnos, bien a admirarlo. O a conocerlo para ponerlo a caldo. ¡Algo es algo! Nada más lejos de mi interés. ¡Caiga sobre mí la maldición del perro negro del Diablo que por estos lares anda al acecho! Mi interés no es otro que hacer una reflexión sobre cómo en los tiempos en que tanto se habla de conciliación laboral y tanto se hace para animar a que la cultura no sea algo elitista y esté al alcance de todos, no haya fórmula para que los lunes no sean aún más tristes de lo que son. Porque ¿hay mayor lujo que cuando uno tiene unos días de asueto, aprovechar el tan denostado lunes para darse a la molicie hedonista de convertirse en un esteta?

Y luego ya, si eso, meterse un buen cocido entre pecho y espalda. ¡Que no sólo se alimenta el alma!

 

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