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«Alcatel ha conseguido ser la Renault de la telefonía móvil»

«Alcatel ha conseguido ser la Renault de la telefonía móvil»
José Manuel Nieves el

 

Carlos Cano es un histórico de la telefonía en España. Con más de 30 años de experiencia en el sector, ha desarrollado toda su carrera profesional en la antigua Alcatel, donde ingresó como ingeniero en 1982. Desde ahí, fue testigo directo y protagonista del nacimiento de la telefonía móvil en España, a la que se dedica por completo desde 1995. Hoy, y aunque las cosas son muy diferentes, es el máximo representante de Alcatel One Touch en nuestro país.

¿Qué es lo que queda aún de la antigua Alcatel?

En 2003, Alcatel fue comprada por la firma china TCL, aunque se decidió respetar el nombre de la compañía francesa en virtud de un acuerdo temporal que se ha ido renovando, primero hasta 2007, luego hasta 2014 y ahora hasta 2024. Al principio, se trataba de una «joint venture» entre ambas empresas, que compartían el accionariado al 50%. Pero apenas dos años después, en 2005, TCL compró todas las acciones. Desde ese momento, los teléfonos móviles (los mismos) que se venden en China llevan la marca TCL, mientras que en el resto del mundo ostentan la de Alcatel One Touch.

TCL es una de las empresas asiáticas más grandes…

Sí, TCL es la firma de electrónica de consumo más importante de China, con más de 70.000 empleados repartidos por todo el mundo. Después de Samsung y LG, TCL es el tercer fabricante mundial de televisores, y el cuarto en telefonía móvil. La de telefonía móvil, precisamente, tras la compra de Alcatel, fue la primera división de la compañía en salir de China.

Y sin embargo, toda esta potencia parece no llegar hasta el consumidor. Es decir, no se ven campañas de publicidad y márketing por ninguna parte…

Somos una empresa de ingenieros. De toda la vida. Y lo que hemos querido siempre es dar a los usuarios el mejor producto con las mejores condiciones y con un precio lo más ajustado posible. Eso quiere decir que no hemos gastado una gran cantidad de dinero en comunicación, sino que hemos invertido ese dinero en más desarrollo. También es cierto que el mercado, hoy, ha cambiado mucho. En 1995, cuando empezamos, lo que había era un mercado de operador, y nuestra negociación era fundamentalmente con ellos, con los operadores. Y esto fue así hasta que no desapareció la subvención de terminales, cosa que sucedió en 2013. Ahora ya no es el operador el que compra los teléfonos para dárselos a los usuarios, así que hemos tenido que cambiar de estrategia.

Alcatel siempre se ha movido en la gama de entrada, en los teléfonos más baratos y asequibles…

Yo diría que Alcatel ha conseguido ser «la Renault» de la telefonía móvil. En el sentido de que Renault tiene de todo, pero lo que vende son los coches más populares para el gran público. Nosotros igual. No somos Audi, ni BMW… somos Renault. Lo que ocurre es que ahora hay toda una serie de prestaciones que a la gente interesan mucho. Antes, el 90% del mercado estaba en la gama de entrada. Ahora es al revés, con solo un 10% en gama de entrada y un 90% en otras gamas.

Lo cual les ha obligado a crecer y actualizarse…Nosotros siempre hemos tenido de todo, como Renault, que también tenía el Safrane, un coche de lujo. Y nosotros siempre hemos tenido también terminales de gama alta, como las dos primeras versiones de Idol, que ahora va por la tercera. Vendíamos poco, pero es que no era nuestro objetivo.

¿Sitúa a su terminal Idol 3 dentro de la gama alta?Cuando se habla de gama alta, todo el mundo lo asocia con terminales de más de 500 euros. Nosotros no tenemos ni uno solo con ese precio, ni siquiera el Idol 3, que es nuestro actual buque insignia. Cuando se lo presento a los clientes, lo meten directamente en gama media, a pesar de que sus prestaciones son de gama alta.

Pero ahora todos los fabricantes están atacando esa gama media/alta, con muchas prestaciones y precios razonables…

Es decir, que esa estrategia ya no es solo de Alcatel One Touch.Ahora, prácticamente el 50% del mercado está en terminales que están entre los 100 y los 200 euros. Al final, lo que intentamos, es lo que intentan todos. Nos preguntan a menudo si pensamos abandonar los «feature pones», es decir, los más básicos. Y la respuesta es que no, porque en España, sin ir más lejos, aún hay un 10% de usuarios que siguen comprando estos móviles. Y eso, en este país, donde se venden unos 15 millones de teléfonos al año, significa un millón y medio de terminales, todos de gama baja.

En ese segmento es líder…

Sí, en ese segmento el 50% del mercado es nuestro. Pero claro, queda también el restante 90% del mercado total, y ese se reparte así: un 6 ó 7% (no creo que llegue al 10%) de terminales por encima de los 500 euros. Y ahí no estamos, porque tendríamos que competir con un Apple, o con un Samsung, y no estamos no porque no tengamos un buen terminal, que lo tenemos, sino porque si ese teléfono lo ponemos a 600 euros, venderíamos muy poco. Por eso hemos tenido que buscar otros segmentos en los cuales poder movernos.

La gama de entrada empuja hacia arriba, y demanda cada vez más prestaciones por los mismos precios.

Sí. Totalmente. Nuestro Idol 3 no llega a los 300 euros, pero tiene todas las prestaciones propias de la gama alta.

¿Y qué tal está funcionando?

Muy bien. Con ese terminal somos el segundo país con mayores ventas de la compañía. Y para nosotros, en España, supone un 5% de nuestras ventas. En total, en el mercado español tenemos un 10% de cuota, y calculo que el Idol 3, en su segmento, ronda el 6%. Nuestro fuerte está en los equipos entre 100 y 200 euros, tipo C7 ó C9. Durante los últimos años, hubo una guerra centrada en el tamaño de las pantallas. Primero de 3,5 pulgadas, luego de 4, 4,5, 5, 5,5… Creo que con las pantallas de 5,5 ya hemos llegado al límite de tamaño. Con lo cual la guerra se ha desplazado a otras cosas, como la memoria, el procesador, la cámara… Este otoño, con nuestra nueva gama de terminales, nuestra estrategia está clara. Tenemos, fundamentalmente, dos tamaños de pantalla, de 5 y 5,5 pulgadas. Y a partir de ahí hacemos una especie de mecano con las demás características. ¿Quieres que tu teléfono sea más bonito, con más o menos memoria, con más o menos cámara? Pues tenemos hasta ocho modelos diferentes en esos dos tamaños de pantalla pero con diferentes prestaciones, para que el usuario puede elegir qué es lo que quiere. Al final, lo que hay dentro de todos los smartphones de las varias marcas es prácticamente lo mismo. La decisión del consumidor por uno o por otro se basa en la marca, la estética y las prestaciones.

Ahora, casi el 40% del mercado ya no está en el operador, sino que es libre. ¿Cómo ha afectado eso a la empresa?

Muy positivamente. En el mercado libre tenemos un 7% de cuota, y seguimos subiendo, y eso que hemos entrado hace menos de un año y medio. Por eso, el cambio de estrategia del que hablaba antes es, más bien, un cambio de mentalidad. Hace apenas unos años teníamos una forma de trabajar y ahora tenemos otra por completo diferente. Hemos sido capaces de reconvertirnos y de ir directamente al usuario, y no solo al operador.

¿Cómo les afecta la competencia de las nuevas marcas, especialmente asiáticas, que están llegando a Europa?

Hace apenas unos años, el líder en ventas, que era Nokia, arrojaba cuotas del 50% y más del mercado. Pero de un par de años a esta parte, el líder, que es Samsung, no pasa del 19%, lo cual es la mitad o menos de lo que había antes. Luego hay unos cuantos más por detrás, y ahí estamos nosotros, con nuestro 10%. Pero al final de la lista hay un apartado de «Otros», que resulta que tiene un 39% de cuota de mercado. Ahí están todos los nuevos fabricantes. Las marcas aparecen y desaparecen. Pero nosotros seguimos, después de 20 años seguimos estando ahí, y en muy buena posición. Algo estaremos haciendo bien, digo yo.

¿Por qué debería un consumidor comprar un teléfono Alcatel One Touch?

Porque tenemos equipos con unas prestaciones extraordinarias y a unos precios muy asequibles. Y ninguno de ellos desmerece a nada de lo que hay en el mercado. Nuestro Idol 3, por ejemplo, ha cosechado las mejores críticas y todos afirman que es un terminal que sorprende.

Es cierto, y además incluye características únicas. Pero, sin grandes campañas de publicidad y comunicación, ¿Cómo transmiten a los usuarios las bondades de sus productos?

Hay una cosa fundamental, y es que tenemos una de las tasas de fallos más bajas del mercado. Y eso no lo sabe la gente, pero sí lo saben nuestros clientes, que son los operadores, las grandes superficie, los grandes puntos de venta, que son a los que les vendemos directamente. Con lo cual están muy satisfechos de vender nuestros equipos, porque saben que sus clientes van a quedar satisfechos.

Sí, pero todo el mundo conoce, por ejemplo, lo que es un iPhone, o un Samsung Galaxy S6, pero muy pocos saben que existe el Idol 3…

Es cierto, pero hay mucha gente que va a un punto de venta y no dice que quiere un iPhone. Lo que dice es que quiere un teléfono y que tiene un presupuesto. Y es ahí donde somos fuertes, porque en los puntos de venta nos recomiendan. Nuestro producto está siendo ofrecido a los clientes en los puntos de venta. Con eso jugamos. Ayudamos al canal para que los venda, y el canal nos apoya. Además tenemos la ventaja de que seguimos llamándonos Alcatel, y los consumidores nos relacionan con teléfonos buenos, resistentes, duros y que funcionan. Y que además están bien de precio. Porque una parte de lo que pagas por comprar un teléfono muy conocido, lo pagas precisamente por las campañas de comunicación. Así, claro, suben a 600, 700 o más euros…

Además de teléfonos, la firma tiene más productos…

Sí, tenemos tablets, tenemos «wearables», kitts de conexión a internet… Tenemos de todo.

¿Y qué tal van las ventas de esos productos?

Pues con los tablets, por ejemplo, peor de lo que quisiéramos. Primero porque el mercado de los tablets está muy canibalizado por dos grandes marcas, que son Apple y Samsung, y segundo porque está bajando, con lo cual se unen las dos condiciones peores que podíamos tener. En cuanto a los relojes, pasa algo curioso. Hubo un boom al principio, pero luego ves que no es oro todo lo que reluce. Y va más despacio de lo que todos pensábamos que iba a ir.

Y, además, se ha metido en ese mercado con un sistema operativo propietario…

Es verdad, pero tiene la ventaja de que es compatible tanto con Android como con iOS..

Sí, pero cuando salió se anunció que pronto habría más aplicaciones, y eso no se ha producido. Los usuarios solo pueden usar las que vienen de fábrica en el reloj…

A finales de este año sacaremos un segundo modelo y estamos ahora en la dinámica de ver qué es lo que el usuario realmente necesita.

Es decir, que seguirá sin ser posible descargar aplicaciones a voluntad.

Por el momento, así será. Y la razón es que creemos que es más positivo el hecho de que pueda ser utilizable para todo el mundo que no tener un sistema abierto pero que solo admita un sistema operativo.

¿Y qué tal está funcionando el Watch?

No tan bien como esperábamos… Tenemos que vender más… Pero desde luego vamos a seguir con esa línea de producto, No nos vamos a echar para atrás. Y además, a un precio que es casi la mitad del de otros relojes del mercado, 199 euros. Y el que vamos a lanzar está por debajo de los 100 euros…

¿Cuál es vuestra hoja de ruta para el próximo año?

Primero vamos a continuar con las tres gamas de producto actuales. Y saldrán nuevos terminales en todas las gamas. Será como un mecano en el que el usuario podrá elegir qué prestaciones quiere. Y luego vamos a lanzar otra gama, llamada X, con prestaciones aún más altas que las de la gama Idol y que presentaremos a principios del próximo año.

Esa nueva gama X será más cara, ¿no?

Nunca tendremos un equipo con precios superiores a los 500 euros.

¿Y para cuándo el Idol 4?

Lo más seguro es que lo presentemos en Barcelona, durante el próximo Mobile World Congress.

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