Durante sus experimentos, las sondas Viking incineraron accidentalmente las muestras orgánicas recogidas en el planeta rojo
A principios de junio, la NASA anunció a bombo y platillo que el Curiosity había descubierto moléculas orgánicas complejas, los ladrillos de la vida, sobre la superficie de Marte. La noticia, largamente esperada, resonó en los principales medios de comunicación del mundo y fue recibida como la mejor evidencia hallada de la existencia, presente o pasada, de seres vivientes en el planeta rojo.
Ahora, sin embargo, un estudio recién publicado en la revista Journal of Geophysical Research: Planets sostiene que otra histórica misión de la NASA, las sondas Viking, podrían haber hecho el mismo descubrimiento hace ya más de 40 años. Solo que sus resultados fueron quemados por la NASA de forma accidental.
En 1976, en efecto, los dos módulos gemelos de aterrizaje Viking llevaron a cabo los primeros experimentos sobre el terreno para buscar materia orgánica en el planeta vecino. Ya entonces, los científicos eran muy conscientes de que los planetas reciben de forma constante una lluvia de micrometeoritos ricos en carbono y, a menudo, moléculas orgánicas más complejas, por lo que estaban convencidos de que Marte debería estar repleto de tales sustancias. Pero las Vikings no encontraron nada, dejando a los científicos estupefactos y con un palmo de narices.
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Ciencia