MORGAN durante la entrevista/ISABEL PERMUY
Son la revelación del año dentro del rock en España. El quinteto madrileño Morgan ha cosechado en apenas dos años y dos álbumes lo que otros tardan décadas en conseguir: reconocimiento unánime de crítica y público. Hicieron un descanso en su agotadora gira que los ha llevado a recorrer toda la península para atendernos en el marco del Museo Reina Sofía. Esta noche abren fuego en la sala Apolo de Barcelona, con todo vendido. Sin entradas, también, para los dos conciertos programados en Madrid, en el teatro Price, el 19 y el 27 de enero. Todo un éxito forjado desde abajo.
–Estáis viviendo una especie de “never ending tour”, porque desde hace dos años no paráis de dar conciertos. Da la impresión de que hoy en día, con el streaming, no queda otra que lanzarse a la carretera, una vuelta a los orígenes.
Nina: Es una cosa que nunca hemos planeado. Es decir, “oye, hay que dar conciertos porque no hay otra manera de hacerlo”. No, pero es cierto, efectivamente, o giras o giras. Tiene que haber movimiento, porque sí es verdad que cuando sacas el disco hay un número de compras, pero es importante echarle gasolina.
Ekain: Creo que el motivo es que nos apetecía seguir, estábamos a gusto, llevábamos año y medio tocando con North, nuestro primer disco y como que necesitábamos más canciones para ir haciendo lo que nos gustaba que era estar en la carretera y tocar. El disco Air nace más por la necesidad de querer seguir tocando más que por pensar que si paramos la carrera se acaba. Digamos que el aspecto económico no ha sido la importante al tomar la decisión de no parar. A día de hoy los ingreso de los discos no son los de otras épocas. Nosotros como hemos nacido en esta época lo asumimos como una realidad.
-Nina: Es lo que hay.
El fenómeno Morgan es “de abajo arriba”, es una cosa muy hermosa, se pueden encontrar algunos ejemplos, pero lo normal es de “arriba abajo”, es decir: se genera un producto, se lanza con toda la batería de medios a su alcance, y el consumidor de inmediato lo consume. En vuestro caso, ¿qué momentos clave ha habido para ese dispararse de abajo arriba desde la autoproducción? Porque estáis ahora mismo agotando las ventas de entradas a una velocidad increíble.
-Nina: Yo creo que de puertas para fuera no podemos saber qué es lo que ha ocurrido pero sí que es verdad que nosotros de puertas para adentro no teníamos pretensiones, nunca habíamos llegar a esto. Presentamos el disco en la sala El Sol, y queríamos que vinieran nuestros amigos, nuestras familias. Entonces, cuando comenzamos a dar pasitos, nos dimos cuenta de que en los conciertos cada vez había menos gente conocida.
-Paco: Hicimos tres conciertos en Madrid que fueron Moby Dick, Costello y sala Sol y ahí nos dimos cuenta que estábamos llamando la atención a gente fuera de nuestro entorno familiar. Y la radio y la prensa especializada comenzó a fijarse en nosotros.
Sí, pero por ejemplo no ha habido “radio fórmula”, tipo 40 principales. Y por eso vuestras cifras llaman más la atención.
-Ekain: Lo hablábamos al principio, que nuestra estrategia de no-promoción nos estaba funcionando (risas). Y que la gente que lo descubría, pensase que era algo guay y lo compartiese con sus colegas, era lo que nos estaba funcionando al final porque no hicimos casi promoción hasta el concierto en la Joy Eslava, que fue algo más grande y dimos unas pocas entrevistas. Luego ya vino que te llame Leiva para telonear un concierto… No sabemos muy bien, como un virus, yo qué sé lo que pasó (risas).
Morgan es un grupo con una mujer y cuatro hombres. Eso cómo se lleva.
-David: yo creo que es al revés, cuatro hombres y una mujer (risas)
-Alejandro: con mucha responsabilidad.
-Nina: yo esa distinción no la he hecho, en mi casa nunca se ha hecho y cuando montamos la banda nunca pensé qué hago yo rodeada de hombres, ¿no? Yo pensé, “quiero hacer música con mis amigos”.
Porque ¿cuándo nace Morgan?
-Nina: yo era corista de su banda, que se llama Anaheim, me fui soltando un poco más y tenía algunas ideas al piano y se las enseñé a él (Paco), entonces él se las enseñó a Ekain y me propusieron que nos juntásemos a tocar estas canciones.
Morgan es una banda. Si escuchas las canciones, ves diferentes líneas, hay por un lado un rollo góspel, que ¿de dónde viene?
-Paco: eh, de nosotros, el rollo góspel y el rock sureño también.
Si es que es lo mismo, los Allman Brothers hacían rock pero estaban llenos de soul
-Nina: Exacto.
-Paco: Esa era la música que escuchábamos. Por eso, como preguntabas por la pasión por la música, si yo toco en un grupo es para hacer una música parecida a lo que escuchaba, música que me guste. Por eso sonamos así.
Pero por otro lado, hay en Morgan otra cara, que es más claramente soul, Stevie Wonder, incluso funky, es complicado hacer eso. Y la verdad es que os sale muy bien. En directo, seguro que se disfruta mucho. Se puede bailar y todo. (risas)
-Nina: Hombre, una cosa que pasa con esto que cuentas es que puede dar la sensación de que un concierto es como una cosita que hay que cuidar, y luego la gente ve que hay ahí muchas dinámicas. O sea que salimos a divertirnos y hacer divertir a la gente, no es una cosa impepinable y superculto, no, no. A nosotros nos gusta la música y tocar.
-Ekain: Hay margen para la fiesta, también hay momentos muy íntimos, y otros más ligeros también.
No es lineal.
-Ekain: No, no, para nada.
Jugar con las distintas emociones es un punto a vuestro favor.
-Ekain: Tanto en los discos como en los conciertos intentamos que haya dinámicas y que sea como un viaje, que tenga sus valles y sus montañas.
¿Hay en directo margen para la improvisación?
-Paco: Bastantes, a veces subimos más o menos, la estructura está pero vamos improvisando.
Y cómo lo controláis, mirándoos?
-Paco: Sí, hay bastante compenetración. Nos ponemos en el escenario en círculo, para poder vernos.
-Ekain: Hay momentos en que estás a gusto y lo ves y le dejas que siga y te pones al margen.
-David: Incluso tomamos nota o nos hacemos una seña, si alguien hace algo nuevo y nos sorprende.
-Alejandro: A veces, para putear, cuando entiendo que hay que parar, cojo alguien y no le miro, a ver si entiende que hay que cortar por ahí.
-Paco: todavía no me han tirado una baqueta, pero sí es verdad que hay veces que me emociono (risas).
A los guitarras os pasa mucho…
-Lo sé. Siempre digo que no soy de esos, pero luego… (más risas).
-Nina: sí, los conciertos están muy vivos.
Las composiciones, ¿dónde arrancan?
-Ekain: Piano y voz.
-Nina: Es verdad que está siendo así, pero también es verdad que no tiene por qué. Normalmente yo le llevo unas ideas a Paco más o menos estructuradas y las canciones comienzan a ser canciones cuando las trabajamos los cinco.
¿Qué instrumentos base utilizáis?
-Nina: yo un teclado Kurzweil, pero aunque le tengo mucho cariño lo voy a tener que jubilar y cambiar por otro, todavía no sé si un Roland… Se sabrá pronto.
-Ekain: Yo una batería Ludwig del 66, como la de los Beatles.
-Alejandro: Un Jack Bass de los 70. Y un cabezal de esa época que pesa muchísimo.
-Nina: sí, para cargarlo en la furgo…
-Alejandro: Por eso los bajistas siempre tenemos problemas en el hombro y el antebrazo de cargar con tanto peso. Menos mal que ahora en los conciertos los focos son de Led, y ya no acabas chorreando en sudor. Ahora sales más guapo que cuando empezó.
-David: Yo llevo dos teclados, uno de electro, que hago Rhodes y luego abajo una versión moderna de un 145, que es un emulador de Hammond.
-Paco: yo llevo una Fender Stratocaster y una Gibson Les Paul, de guitarras. Y amplificadores Marshall. La Strato no es mía, la tendré que devolver… (risas).
Me llama la atención el extraño caso de la canción “El Librero”, descartada en vuestros dos discos. ¿Hay más de eso?
-Nina: bueno, hay algo pero nada como “El Librero”. La sacamos antes del primer disco, hicimos un video en youtube y la tocábamos bastante en los conciertos. Pero sí es verdad que se quedaba un poco fuera de “el viaje” que contaba un poco Ekain antes. Y con el segundo, como que ya hay otras canciones que tienen esa función. Pero a veces la rescatamos y la tocamos y está guay. Y algún día la grabaremos.
Eso quería preguntaros: acumuláis un buen puñado de canciones , entre los dos discos. ¿Las tocáis todas?
-Nina: de Air sí, todas, y de North unas cuantas.
-Ekain: unas nueve, en total cerca de una hora y cuarenta de concierto.
Y en los conciertos, ¿cuáles son las canciones top, las que más emocionan, las que notáis que hay una recepción especial, las que más os agradecen?
-Ekain: “Home”, siempre aplauden a mitad de canción.
-Paco: es difícil responder, porque en parte los aplausos vienen por el terreno que tú has preparado, con las canciones que vienen antes. Entonces es quizá no tanto la canción (que también) sino el lugar en el que está colocada. Es como una conclusión, porque el viaje nuestro es como que se divide en varios momentos. Y las canciones que funcionan suelen ser el culmen de esos momentos.
-Nina: La verdad es que es una suerte, porque, por ejemplo el otro día que estuvimos en León, todo el mundo pedía “Cheese Cake”, y era generalizado. Hacía año y medio que no la tocábamos. Jamás pensaríamos que pudiera ser una canción “top” como antes decías. Y ahí estaba, de repente. Con “Volver” pasa una cosa parecida, las canciones tiene vida propia. Nunca he tenido muy buena relación con esa canción. Pero sí es verdad que lo que ha hecho el público es arroparla mucho, y no me ha quedado más remedio que reconciliarme con ella. Es eso, da igual lo que tú pienses sobre tus canciones, están vivas.
Aquí ocurre el problema del inglés, que es el idioma con el que habitualmente trabajáis. Luego ocurre que todo se dispara cuando aparecen canciones cantadas en castellano como “Sargento de Hierro” y también con “Volver”, que el público están arropando.
-Nina: Bueno, es que surgen en el proceso de composición de esos discos, cantados en otro idioma pero es Morgan igual. Es evidente que aquí en España es mucho más inmediata la conexión. Pero es que no hemos tenido todavía ocasión de salir fuera a tocar nuestras canciones.
Y eso lo vais a hacer. Una gira por Gran Bretaña, por Europa y EEUU.
–Nina: nos gustaría muchísimo.
-Paco: Estamos trabajando en ello.
-Ekain: Eso es caro, pero se va hacer. Hay que crear un castillito, contactando con las radios de allí, para no ir directamente a la nada. Pero poco a poco, es algo que tenemos en mente.
-Nina: es cierto que estas canciones en castellano han tenido una gran acogida, y que podrían tenerla en Latinoamérica o en la comunidad hispana en Norteamérica, pero eso no va a hacer que cambiemos nuestro planteamiento, lo que sale, saldrá, no vetaremos nada ni cambiaremos nada.
Porque estoy seguro que tenéis alguna canción más…
-Nina: Bueno, algo ahí hay… (se ríe). Sí, la idea es crear ya canciones los cinco, aunque parece que ha pasado mucho tiempo pero es que el disco ha salido en marzo y queremos seguir presentando este disco.
Ahora una pregunta difícil: muchas bandas acaban rompiéndose porque alguien hace una oferta. A Tom Petty, al inicio, le intentan convencer de que deje a la banda y se vaya a California a grabar él solo. Y él dice que no, y le salió bien.
Nina: No es cuestión de que te salga bien, es cuestión de que hagas lo que te pide el cuerpo. A ver, es evidente que al ser la cantante, se confunde la cuestión, pero es que yo no habría montado la banda si no fuese por ellos. Entonces, yo no me voy a ir sola por ahí. Si ellos deciden dejarme, y Morgan no existe más, tendré que buscarme la vida me imagino, pero es algo que no me preocupa en absoluto y ya te digo, que hemos pasado por situaciones de este tipo. Y no es que sea mejor o peor, es que no quiero.
Ese punto góspel es únicamente musical. O tiene que ver con una cierta espiritualidad.
-Paco: para mí es musical, cada uno luego tiene su espiritualidad.
-Alejandro: toda música tiene su espiritualidad. En la música no hay nada de matemáticas, es todo sentimiento. En la música sí, pero no a la hora de componer. Somos compositores y ejecutantes. Es 100 % espíritu lo que hay ahí. De hecho se nota, cuando en los conciertos hay tanto feedback de la gente es porque la gente está ahí conectada. Y nos lo dijo una chica una vez: “Entre vuestro medio círculo en el escenario y nosotros se creó una fuente de energía increíble”.
-Paco: no hace falta ser creyente para que te guste el góspel.
Cómo vivís el éxito, el estar expuestos al público.
-Nina: la gira de North ya fue un exitazo. Y lo sigue siendo. Lo que pasa es que nuestro éxito es de cada uno en su casa (risas). Entonces muy bien, muy agradecidos, muy contentos. Sobre todo agradecer que el público esté ahí para poder darnos la libertad de poder hacer las cosas que queremos. Es una maravilla tenerlo.
En vuestra carrera hay un patrón que (entiéndaseme bien) se repite: es decir, hay unidad en los dos discos, se han dado muy rápido en el tiempo y tampoco ha habido espacio para una evolución.
-Ekain: Nosotros lo vemos como un disco doble.
-Nina: Sí, son como dos capítulos. Con North hicimos las canciones los tres, y escuchábamos otros sonidos y otros colores, pero no se los podíamos dar en ese momento. En el segundo disco lo que hemos hecho básicamente es lo mismo que en el North, pero juntando a ellos dos (Javier y David), con lo cual se abre un abanico, no es evolución sino un poco más de apertura. El cambio más drástico ha sido ese. Seguimos siendo Morgan, sobre todo la evolución la hemos notado en los directos, que ya somos un bloque, mucho más que al principio.
¿Cuándo ensayáis con tantos conciertos?
-Paco: Ahora estamos ensayando los fines de semana cuando no hay concierto, porque Alejandro es apicultor y con las abejas tiene mucho curro.
-Alejandro: claro, yo tengo doble vida.
Pero ensayar, no muy temprano, para no romper la voz.
-Nina: es que eso que parece que rompo la voz, yo la tenía ya rota de antes. De por sí está ya “cascailla”.
Pero has recibido muchos elogios a tu voz, ¿no?
-Sí, estoy muy contenta, aunque claro, no es mérito mío, venía con el pack ya de serie.
¿La has trabajado?
-Bueno, en casa hemos sido muy musicales y hemos tocado mi hermano y yo el piano. Estudié solfeo…
¿Sabes lo que es el diafragma?
-Nina: Sí porque tuve que ir al foniatra, pero ya después (risas).
-Paco: ya te lo digo yo: no tiene ni idea. No ha trabajado la voz nada, no ha dado clases de voz nada. Eso no le va preocupar en ningún momento (risas).
-Nina: qué desastre…
-Paco: es la famosa frase, “la experiencia es un grado”, ella viene de una casa muy musical, donde hay un piano abierto siempre, y eso no hay Conservatorio ni escuela que te lo vaya a enseñar nunca.
¿Podéis imaginaros dentro de veinte años?
-Nina (sin pensar): yo sí me lo puedo imaginar.
Porque ahora no llegáis ni a los treinta.
-Ekain: ella, nosotros sí, 32, 35, 37 (risas).
Dentro de una hora Rosalía presenta por sorpresa su nuevo disco en la plaza de Colón. Es un fenómeno de una dimensión alucinante. ¿Cómo veis esto?
-Nina: A mí me parece que está muy justificado. Aunque no hubiera habido revuelo ella habría sacado este disco y molaría un montón. Ella tiene una voz que no se puede aguantar. Admiro mucho como canta, cómo hace las cosas en directo y cómo ha enfocado esto. A ella se la vez feliz, se la ve currando y ver cosas así a mí me alegra un montón.
Y sois coetáneos, son carreras las vuestras que están creciendo al mismo tiempo.
-Ekain: sí, hemos sacado los dos discos casi a la vez, pero lo suyo es un petardazo a nivel mundial. Nosotros, ahí estamos (risas).
El público en vuestros conciertos, ¿qué pinta tiene? ¿Son rockeros, son más jóvenes?
-Ekain: Hay de todo.
-David: de veinticinco hasta cuarenta, o más.
-Nina: Y a veces niños, con sus padres.
Paco: el público es muy reposado. Ahora el rock es más de maduritos. En parte me da pena, se ha perdido parte de esa energía pero es verdad que el público que viene ha escuchado la misma música que nosotros.
-Nina: luego hay muchos rockeros que nos ven más poperos, y poperos que nos ven más rockeros. Pero hay de todo, y de pronto te viene un heavy emocionadísimo o una chica de treinta que lo ha dado todo.
El rock and roll se ha asociado al sexo y las drogas. ¿Qué queda de eso en la gente joven que hace música?
-Nina (risas): hombre, es que antes era mucho más salvaje todo. Hay sexo y drogas para el que se dedica al rock y para el que se dedica a cualquier cosa. Yo creo que sigue siendo igual, aunque con menos exceso.
-Alejandro: sí es verdad que hay gente que no entiende si no bebes o si eres fiel, siendo músico. Es un mito que está ahí.
-Paco: hubo una época en la que el consumo de droga estaba generalizado, y nos ha llegado todo eso de Motley Crue, Janis Joplin o Keith Richards.
-Nina: y también es cierto que, joder, en esos tiempos estaban rompiendo con muchas cosas. Nosotros estamos rompiendo con otras cosas muy distintas.
¿Cómo era vuestra vida antes de Morgan?
-Nina: Ya éramos amigos. Yo era amigo de Paco desde hace muchos años. Luego él se fue a Los Ángeles con Ekain.
-Paco: sí, tuvimos la suerte de ir a una escuela de música en LA. El Musician Institut, en Hollywood. Yo llegué en 2003 y luego vino Ekain al año siguiente.
¿Fuisteis a Laurel Canyon?
-Paco: Sí, claro, estábamos todo el día en la calle, por esa zona, todo lo que el bolsillo nos permitía.
-Nina: yo estaba aquí currando, estudiando empresariales, muerta del asco, hasta que lo dejé, estuve perdida hasta que los encontré a ellos. Son amigos de mi hermana mayor, y yo les veía llegar a casa, yo tenía un pavo con quince años…, y ellos eran muy mayores, de veintidós.
-Paco: yo te llevé a ver tu primer concierto, de M-Clan, con nueve años.
-David: me llamaron para hacer teclados en la grabación, y me enamoré de su música. He sido sobre todo músico de directos y de sesión.
-Alejandro: yo tocaba el bajo con mi banda INLOGIC, que hemos tocado en cientos de garitos por toda España, palmando por todos los lados (risas). Hasta nos compramos una furgo y dábamos conciertos por la calle, tocando por Europa.
Resumid este año 2018 que termina.
-Nina: nosotros presentamos el disco el 16 de marzo en las Canarias, y estábamos un poco ajenos a todo lo que pasó, ajenos a la salida del disco, además presentábamos temas nuevos, así que estábamos como niños en una tienda de juguetes y moló un montón y a partir de ahí hemos estado girando y alucinando en todos los sitios porque se sabían todas las canciones, les gusta “Sargento de hierro”, les gusta “Nowhere road”…
-Ekain: ha sido muy diferente este año. Con él primero fue creciendo, pero con este ya había una expectación y ha sido todo como un torbellino.
-Nina: luego está Marcos, nuestro manager, que es como el sexto beatle. Y es el que ha conseguido que podamos seguir haciendo esto de manera independiente.
Si tuvierais que elegir algún instante de este año de gira.
-Alejandro: tocar compartiendo cartel con Pearl Jam, en Portugal.
-Nina: o tocar con Jamiroquai. Con Rufus, con La Moda, ¿con quién mas…? La semana que pasamos en La Coruña con Coque Malla, es que hay tantos…
-Paco: es una celebración continua. Todo nos parece bien y todo lo agradecemos.
-Ekain: el Apolo, en Barcelona.
¿De qué va “Sargento de hierro”?
-Nina: Es una reflexión sobre el tiempo. Que es muy puto, porque pasa, ¿no? Por un lado es bueno porque cura un poco. Pero, básicamente, piensas: “qué putada”. Es la contradicción, pasa el tiempo, pero dejas que pase el tiempo que lo arreglará todo. Cada uno lo puede llevar a su cuestión. Es como el sargento de hierro, muy coñón, pero tan necesario al final de la peli.
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