Sólo nos faltaba Eurovisión. Pero lo hemos conseguido. Después del espectáculo bochornoso de «Objetivo Eurovisión» en TVE, donde se proclamó Manel Navarro como representante de España haciendo un corte de mangas al público (telita), y uno de los miembros del jurado fue abucheado y agredido tras las votaciones con amenazas de «hijo de puta. Te vamos a matar» (intolerable), las sospechas de amaño suenan cada vez más fuertes.
Con todo el escándalo, por primera vez hemos visto los entresijos del certamen, y cómo realmente la elección del candidato está lejos de ser imparcial. Xavi MartÃnez, locutor de Los 40, no ha dejado foro sin proclamar que su favorito era Manel. Sólo por ello no deberÃa haber formado parte del jurado, y no se tendrÃa que defender a las bravas de que a él no le ha pagado nadie -«que lo demuestren con papeles. Con imágenes. Con testigos. Con conversaciones. No es difÃcil conseguir esa información si existe»-. A esto se une que la hija de la directora del área de programas de entretenimiento de RTVE, Toñi Prieto, trabaja en la misma discográfica del elegido, Sony Music, y que las votaciones parecÃan acordadas en el backstage.
Ante el culebrón, el club de fans oficial del concurso en España ha presentado un escrito a la FiscalÃa para que investigue «hechos que podrÃan ser constitutivos de los eventuales delitos de estafa, corrupción entre particulares y tráfico de influencias». Incluso el PSOE y Unidos Podemos han registrado una baterÃa de preguntas en el Congreso de los Diputados para saber cuál ha sido el criterio usado para elegir a los miembros del jurado.
Si apostamos por la marca España, bien podrÃamos empezar impugnando una elección harto dudosa. SerÃa más que curioso que los distintos grupos polÃticos se pusieran de acuerdo en el Congreso con este caso que huele a tongo del malo, y sentáramos asà las bases para exigir a RTVE mayor transparencia en todo. La revolución de las pequeñas cosas. Asà de paso le devolverÃamos con creces la peineta a Manel, invocando al candidato que consiguió el máximo número de votos posibles que se podÃan obtener en las tres fases de votaciones. SÃ, aunque parezca mentira, Rodolfo Chikilicuatre y su «Baila el Chiki chiki».
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