Tabarnia es una broma infinita. El reflejo en el espejo de un delirio colectivo que sitúa al secesionismo frente a sus propias incoherencias. Un grito mudo que crece a través de las redes y cada vez tiene más adeptos. Me independizo de los independentistas. Si ellos retorcÃan con «forceps» las leyes, la plataforma «Barcelona is no Catalonia» contraataca con su mismo argumento jurÃdico. Separar Barcelona, su área metropolitana y el litoral de Tarragona de la República simbólica de Carles Puigdemont.
No se entrarÃa como en el reino de Narnia a través de un armario, sino con esas mismas urnas tan aclamadas en el 1-O. El mandato divino podrÃa convertirse en su purgatorio. «Queremos urnas. ¿Nos sentamos a hablar ya? Los problemas polÃticos se resuelven con soluciones polÃticas», escriben desde su cuenta. «Esto no va de ricos y pobres, va de democracia. Ciudadanos ha ganado en el barrio más rico y en el más pobre de Barcelona. La Cataluña interior, la que vota a Puigdemont, quiere una cosa y Tabarnia quiere otra. Es asà de simple. Pongamos urnas como hizo Inglaterra con Escocia». ¿No querÃan referéndum? Toma dos tazas.
En change.org llevan en tres dÃas casi 33.000 firmas pidiendo un grupo parlamentario en el Congreso: «El derecho a decidir ser una nueva comunidad autónoma dentro de España e independiente de Catalunya». Ponen como ejemplo que Madrid fue parte de Castilla y ahora es uno de los motores de España. Vuelven del revés el lema de «Espanya ens roba» para subrayar que es Cataluña quién expolia. Según sus datos, «Barcelona aporta un 28% más de lo que recibe».
Si Carles Mundò le respondÃa incómodo en el último debate televisado a Inés Arrimadas que «ni Matrix ni puñetas», la jerezana consiguió imponerse el 21-D en una sociedad dividida donde se borraron la escala de grises. Para Arrimadas, «el nacionalismo defiende una Cataluña homogénea y choca fácilmente contra sus propias contradicciones. Defendemos una Cataluña dentro de España y la UE donde se respete y se entienda la pluralidad y diversidad. ¿Qué es Tabarnia?». ¿Y tú me lo preguntas? Tabarnia somos todos.
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