La tienda de Manhattan, que vende el doble que en su antigua localización, unos 40 millones de euros al año, más que presentar colecciones es un gigante con un muestrario de casi 1.500 prendas que se clasifican por tipo de cuerpo, más que por marca, si bien es cierto que entre sus 80 diseñadores, algunos son verdaeros y otros, simples inventos sonoros para conquistar a hordas de novias norteamericanas que al final se llevarán un palabra de honor, como siempre.  Curiosidades de Nueva York.