Madonna, consciente de que las Beyoncés y Rihannas de turno le están quitando el puesto de reina del pop, ha decidido recurrir a la ropa de los desfiles de varias de las mejores marcas para su próximo tour.
La ambición rubia ya está acostumbrada a elegir grandes nombres de la moda para sus conciertos. Fueron famosos los corsets y bustiers que Jean Paul Gaultier ideó para ella: en ese momento, Madonna le lanzó a la fama mundial e incluso los perfumes del creador se inspiraron en los atuendos de Madonna Louise Ciccone.
Durante años, colaboró en la publicidad de Versace y de Dolce & Gabbana.
Con estos últimos representó a la mujer italiana en su publicidad.
Las fotos más atrevidas, los gestos más polémicos y los mayores contrastes, hicieron aparición en las campañas.
Se trataba de rompedoras y entretenidas campañas que mezclaban tradiciones con la más exagerada modernidad.
En sus últimas actuaciones, contó con Armani. Pero se llevó el disgusto de que la enorme capa ideada por el italiano no se desabrochó a tiempo y al tirar de ella hacia atrás los otros bailarines, tiraron también de Madonna, que dió con el trasero en la escalera.
La polémica estaba servida y la pelea entre Armani y Madonna se desató. Con anterioridad, había contado con Karl Lagerfeld para Chanel, Prada o Riccardo Tisci para Givenchy.
Ahora Madonna, que planea su Rebel Heart Tour, ha decidido elegir un ramillete de marcas, tanto por evitar descontentos como para que se publicite con más fruición el show, empujado por los dossieres de prensa de los distintos creadores.
Madonna ha escogido universos variados, para conseguir atraer y complacer a oyentes y fans con distintas sensibilidades.
En este tour, contará con Gucci, Prada, MiuMiu, Moschino, Alexander Wang, Fausto Puglisi y el libanés Nicolas Jebran entre otros. Aunque no cause ya tanta expectación la noticia, Madonna sigue mirando con mente empresarial cada uno de sus pasos.