Stella, que comenzó su andadura como marca independiente en la moda en 2001, de la mano del fantástico gurú Domenico De Sole, creador del revivido Gucci y de Gucci Group, inicio del imperio actual de la moda de Kering, ha decidido cambiar de bando.
Y es que las cosas ya no son como eran con Domenico y Tom Ford. Stella había comprado su empresa a Kering el año pasado, ya que el conglomerado de Pinault cuenta con otras casas similares de moda, mientras que a LVMH le hacía falta un bastion avant-garde y ecológico como Stella McCartney.