Louis Vuitton lleva décadas liderando el mercado de los accesorios de prestigio, pero el lanzamiento del NN14 el 15 de febrero de este año no parece la mejor estrategia. Han vendido lo indecible, principalmente por focalizarse en Asia antes que nadie y por repetir muy bien una estrategia diseñada por el genial Presidente y Director General hasta hace poco, Yves Carcelle. Pero quizás esa hegemonía de cifras esté llegando a su fín.
Conscientes de que la era de los logos evidentes ha terminado -por ahora- necesitan inventar nuevos productos. Y con lógica, primero han intentado revitalizar el Noé de toda la vida sin éxito. Este bolso que creó Gaston Vuitton en 1932 para transportar cinco botellas de champagne, ha servido no obstante de inspiración para la última novedad de la casa.
Se trata de un bolso algo simple de forma, que se ha conjugado en una serie de materiales y acabados, desde las plumas a las tachuelas. Su nombre es NN14 (Nouveau Noé 2014) y se presenta en muchas versiones: su imagen varía tanto de un modelo a otro que no vemos continuidad ninguna en su imagen. Se supone que se trata de una especie de “limpieza” y renovación del diseño antiguo a manos de Marc Jacobs.
Quieren convertir el NN14 en el “IT” bag de la temporada de primavera de 2014, como si se pudiese seguir “imponiendo” los bolsos de éxito a golpe de talonario, como hasta ahora. No, los clientes han aprendido mucho. Y la prensa más seria pone ciertos límites a comentarios editoriales extra-complacientes
Pero vemos 4 errores en el lanzamiento de este bolso:
1: si querían “depurar” el antiguo Noe como dicen, se han hecho un lío y han hecho lo contrario.
2: Aunque les asuste el futuro sin Marc Jacobs, ya es hora de dejar de promocionar lo que él hizo hasta hace unos meses y decidir o bien tirar de archivo histórico puro o del nuevo diseñador, Nicolas Ghesquière.
3: Presentar el NN14 en una campaña tan sombría como la que usa Marc Jacobs para su nueva colección propia con Miley Cyrus, en un entorno digno de los ídolos de las hijas de Zapatero es pisar el posicionamiento de dos marcas que pertenecen al mismo grupo LVMH, como son Louis Vuitton y Marc Jacobs. Ganarían identificándose como dos marcas separadas.