De la locura por los zapatos de la última década, tiene gran culpa la serie “Sexo en Nueva York” y el personaje de Carrie Bradshaw. Aunque la obsesión por los zapatos sofisticados ya existía entre los faraones del Antiguo Egipto, nadie como el personaje interpretado por Sarah Jessica Parker ha impulsado la venta de zapatos de marcas icónicas.
Las cuatro amigas de la serie son ejemplos de distintos tipos de estilos. A todas les importa su físico y su ropa casi obsesivamente, pero es Carrie Bradshaw, la rubia protagonista, escritora con un blog propio, la verdadera “loca integralis” por los zapatos más caros de toda la ciudad de Nueva York.
Fué Carrie la que empezo a hablar de los “Manolos” como zapatos indispensables en su vida. En la realidad, fue una promoción impresionante para la marca, al igual que para las baguettes de Fendi, los únicos bolsos que consiguieron que les prestaran al inicio de la serie. También salieron bien parados.
Sin su obsesión por los zapatos caros de marca, el personaje de Carrie y sus problemas románticos no hubieran sido tan divertidos. Las mezclas atrevidas, los taconazos y las plataformas se hicieron universales con ella.
Desde entonces, Sarah Jessica ha mezclado zapatos y ropa a su gusto, de modo atrevido, casi siempre guiada por su asesora personal de vestuario, Patricia Field.
Ahora, y con la ayuda del directivo de Manolo Blahnik en Estados Unidos – George Malkemus – saca una línea de zapatos con su nombre a la venta. Los zapatos tendrán un pequeño lazo en la parte del talón para identificarse mejor. Inicialmente se venderán sólo en Nordstrom, la prestigiosa cadena de grandes almacenes norteamericanos, que da un servicio impecable, envidiado y envidiable.
Quince años después del inicio de la serie que la catapultó a la fama, aunque ya era conocida por alguna película y por haber salido unos meses con John-John Kennedy, Sarah Jessica lanza su propia colección. Seguro que será un éxito, porque SJP es inteligente y tiene un gusto excelente. Todo lo hace bien.
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